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jueves, 17 de octubre de 2019

La Marcha Scout (1918) / Canción de la Asociación Mundial de Guías Scout (1950) opus 91b

En el siguiente post presentaremos una pequeña obra de Jean Sibelius que, de una manera muy curiosa, se ha convertido en una de las más universales y difundidas del autor finlandés. Unida al movimiento Scout, la melodía se ha convertido en el himno oficial que cantan la Asociación Mundial de Guías Scout (la A.M.G.S., o W.A.G.G.G.S. en sus siglas en inglés). Atendemos así a la sugerencia de una lectora (y recordamos siempre que el blog está siempre abierto a las propuestas y el interés de quienes nos leen).


El "trébol mundial" es el símbolo de la asociación, adoptado unos pocos años antes de la oficialización de la música de Sibelius

La pieza nació como pieza coral acompañada para la incipiente organización finlandesa en 1918, pero su música trascendió las fronteras, y fue adoptado como himno de la parte femenina del movimiento escultista en 1950, cantándose en multitud de idiomas por jóvenes de todo el mundo.

Es por este hecho que sea, al menos dentro del mundo Scout, una de las melodías más populares del genio nórdico, aun cuando quienes la entonen o escuchen puedan desconocer las circunstancias de su composición y aun el nombre del autor. Uno de esos usos populares de la música del nuestro compositor que han ido mucho más de su propia figura: el canto del "coro" de Finlandia opus 26 como segundo himno nacional en la propia Finlandia o como himno religioso en EE.UU., más de una sintonía de televisión en la BBC, su empleo no explícito en el cine (que va desde el primigenio "El cantor de Jazz" hasta "La jungla de cristal II", una dimensión que probablemente motivará un próximo post), o los casos de la música masónica o esta misma marcha, que ha sido asumidas por las respectivas organizaciones como parte de su propia identidad.


El origen de la música

Aunque la Marcha Scout opus 91b se compusiera en 1918, su material musical en realidad nació dos décadas antes y con otro motivo: Sibelius recuperó un esbozo no empleado finalmente en obra ninguna para su canto coral. 

Este boceto está en el folio que recibe la signatura HUL 0504 (Universidad de Helsinki), sin indicación de título, aunque se la describe en la literatura sibeliana como "Marcha". La música está escrita para septeto de metal y percusión, una formación típicamente finlandesa conocida como torviseitsikko. La composición es un torso; no obstante, la composición está relativamente completa y armonizada, aunque alguna parte solo apuntada, siendo la parte de percusión la menos realizada. A grandes rasgos, la música es idéntica a la Marcha Scout, con pocas variantes.

Se desconoce por completo las circunstancias para las cuales nació esta obra inacabada, que se ha podido fechar sin mucha precisión entre 1897 y 1899. Sibelius compuso años antes varias pequeñas piezas para el conjunto de metal, pero en estos años solo existe un último ejemplo, Tiera JS.200, a su vez quizá emparentada con la Música para las celebraciones de la prensa JS.137 (en concreto con su solemne preludio para viento). ¿Podría ser esta marcha alguna prueba para la composición? Es posible, pero dada la ligereza de esta marcha, comparada con Tiera y aún más con el citado preludio, muy poco probable. Más bien, dado el carácter de la música y su plantilla, podría ser algún encargo no confirmado, y que por tanto no fue más allá.

Pero aún hay más... La marcha aparece en otro esbozo, de nuevo de un proyecto incompleto. Para responder a un encargo editorial, Sibelius trazó el plan para unas Pianokompositioner för barn (Composiciones para piano para niños) JS.148, en 1899 también. Hasta 21 números fueron esbozados: la mayor parte una simple melodía, en unos pocos casos un trazado más completo. La obra no se desarrolló, pero unas cuantos de los temas diseñados aquí pasarían a otras obras, algunas tan significativas como la Segunda sinfonía. Pues bien, también encontramos aquí de una variante de la música de la Marcha en el nº7, en forma de melodía sin acompañamiento. En este caso, la distancia respecto tanto al esbozo HUL 0507 como a la Marcha Scout es significativa, cambiando en muchos puntos las notas y el dibujo de la melodía, dando incluso sensación de que ser una música que no va a ninguna parte. Dentro de la duda que existe en torno al esbozo para metal, cabe la posibilidad de que sea posterior a la pieza infantil, y que la para piano sea el original último, lo que explicaría el carácter más "terminado" del esbozo para viento y su identificación con la Marcha Scout, pero en realidad no podemos sino especular en torno a su relación.
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Podemos escuchar la marcha el registro de Kuusisto (el único hasta donde conocemos, ver más debajo la discografía), en spotify:
https://open.spotify.com/album/2hN7ngF4DUsxflmEiikaw3

Y la pieza de piano (grabada por Folke Gräsbeck para la Sibelius Edition de Bis), en la misma plataforma:
https://open.spotify.com/album/5eWrEBNpmxhe2QICiRn6JT


Partiolaisten marssi

Cuando comenzaba el año de 1918 Finlandia estaba viviendo las primeras e inseguras semanas desde la proclamación de su independencia respecto a Rusia, en medio de una turbulento clima político y de tensión interior que desembocaría a finales de enero en una breve pero cruenta Guerra Civil.

Jean Sibelius, enfrentado por un lado al miedo por el futuro de su país y por otro en su propia lucha interna por el vasto proyecto de sus tres últimas sinfonías, recibió el 11 de enero el encargo de Ilmari Vainio, uno de los pioneros del movimiento Scout en Finlandia. Fue un ilustrador muy interesado en la educación infantil, pionero también del cómic en su país, con un decidido énfasis en el aspecto pedagógico.  


Ilmari Vainio (1892-1955), ilustrador y figura emblemática de los scout finlandeses.

El grupo, recién fundado, se llamaba Suomen Metsänkävijät (traducible como "paseantes/ visitantes finlandeses del bosque"), parte de los Suomen Partiolaiset, el grupo local de scouts establecido ya 1910, apenas tres años después de la fundación oficial de la organización de Robert Baden-Powell. 

Nuestro compositor tuvo a bien aceptar inmediatamente la tarea, y al día siguiente escribió una versión preliminar de la obra. Claro está, decidió rescatar la marcha de que ya hemos descrito. Si tuvo el esbozo delante o si la recuperó de memoria es algo que desconocemos. 

A pesar de ese inicio tan rápido... nuestro músico se olvidó en seguida del encargo, y apartó la obra. En el periodo de la Guerra Civil las preocupaciones del músico se centraron en el derramamiento de sangre de sus compatriotas, e incluso su propia seguridad en el conflicto, o sus finanzas. Pero también otros proyectos artísticos: al tiempo que recorría el país de forma anónima su patriótica Marcha de los Jäger opus 91ael compositor escribía "Oma maa" opus 92una gran y profunda cantata, y una declaración de amor a su tierra azul, mágica y serena.
Insignia de los Suomen Metsänkävijät 

Cuando el resonar de los cañones comenzaba a olvidarse, el autor del texto, el novelista y poeta Jalmari Finne, le envió una versión revisada de los versos, y nuestro músico reanudó finalmente la tarea. Finne había sido uno de autores de los cuadros históricos para los cuales Sibelius escribió su Música para las Celebraciones de la Prensa (cuyo marca vuelve a relacionarse con la marcha, curiosamente), o quien le propuso un proyecto de oratorio sobre el personaje final del Kalevala, Marjatta, que le mantuvo ocupado durante unos años. Además Finne produjo un texto para una de las versionesno validadas por el compositor, que circularon de la sección hímnica de Finlandia opus 26.


Jalmari Finne (1874 – 1938) 

Mientras se ocupa de otras obras menores, como también de revisar la Quinta sinfonía, la escritura definitiva de la "Partiolaisten marssi" ("Marcha de los exploradores") le llevó mucho más tiempo y esfuerzo del esperado y del deseado para una pieza que en principio se prometía inmediata. 

Y es que a nuestro compositor le entusiasmaban con el paso de las estaciones cada vez menos los encargos, y en aquella época de independencia y de surgimiento de la nueva República de Finlandia, tantos los compromisos oficiales como los contraídos con admiradores le agobiaron progresivamente más. Mientras que en los años 90 - años "nacionalistas" por antonomasia en su producción - las peticiones de los sectores patrióticos le suponían un gran aliciente para su propia imaginación, en 1918 sus anhelos musicales, interiores, incluso aislados, abstractos, se alejaban de demostraciones pomposas y exteriores. “Cuánto requiere forjar tales monumentos”, anotaría en su diario el 5 de septiembre con ironía.

Tras dilatarse tanto la composición, la obra quedaría concluida el 27 de noviembre en forma de partitura de piano, con el texto escrito encima. Esta era una forma popular de escribir muchas piezas patrióticas y del estilo, donde un pianista llevaría el peso del acompañamiento de cuantas voces conocedoras se quisieran unir al unísono en cualquier evento o reunión social, sin necesidad de un coro profesional. De la misma forma había publicado el "Canto de los atenienses" opus 31 nº3 (1899) o la "Marcha de los Jäger finlandeses" opus 91a, compartiendo esta última su número de opus.


Chicas Scout de Mikonniemi, en la Finlandia de 1918. Imagen de un artículo del blog sobre los Scout de Joensuu

Como aquellos coros, la Marcha Scout conocería más arreglos. En torno a esas mismas fechas de noviembre de 1918 posiblemente, escribiera la versión más grandiosa de la marcha, escrita para coro mixto a cuatro voces y orquesta. Ciertamente espectacular el dispositivo porque, aun a pesar de la corta duración de la marcha (poco menos de 3 minutos), requerirá una gran orquesta (y un coro grande en consonancia): maderas por duplicado, 4 trompas y una trompeta, 3 trombones, tuba, timbales y cuerda al completo. La misma presencia de la tuba - un instrumento raro en Sibelius y más en esta época -, da cuenta de las dimensiones de la orquesta, que en todo caso se limita a seguir la partitura del teclado sin cambios aparte de la coloración sonora.

Tanto la versión pianística como la orquestal son, por supuesto, ejecutables sin voces, lo cual ha sido bastante normal en el caso del teclado, desconociendo por nuestra parte si se ha interpretado alguna vez la marcha como pieza solo para orquesta, como bien sería posible. 

Su amigo Hjalmar Procopé preparó además una versión en sueco de los versos, pensando en la edición de la obra (que tardaría unos años).

Entre esa época y el año 1921 realizó el autor un nuevo arreglo, trasladando el coro mixto de la versión con orquesta a la partitura pianística, que será la versión con más éxito antes de la Canción mundial. Las tres versiones de la obra (piano con texto, coro mixto con orquesta y coro mixto con piano) se publicarán al año siguiente, en la editorial danesa de Wilhelm Hansen. Las partituras se acompañaban con el texto original y la versión en sueco, todavía pensando en la difusión local (en la propia Finlandia suecoparlante y en Suecia y el resto del Norden). 

A continuación damos el texto en finés al completo de la obra original en cualquiera de sus versiones, junto con una traducción del mismo. Unos versos que están muy pegados a los valores scout, pero también a los conceptos del grupo original para el que fue escrito, junto a llamadas a la participación del recién fundado colectivo.

    Kun usko puhdas, säihkyvä on,
    Niin vuoret siirtää voi.
    Tää sielun varmuus horjumaton
    Ain sankareita loi.
    Jos uskos hyvään, oikeaan
    Vain syttyy uudestaan,
    Käy joukkohon, ja horjuttaa
    Ei milloinkaan sua esteet saa.

    Ja täysi raikas rakkaus luo
    Kuin ihmeet itsestään,
    Se elon kukkaseppelen tuo
    Myös kruunuks’ ihmispään.
    Jos työt ja toimet vaikeat
    On sulle rakkahat,
    Käy joukkohon, ja taivas suo,
    Ett’ toimintaan se tulta tuo.

    Vain toivo, voima taivahinen
    Voi maalin kirkastaa,
    Kun kulkee eespäin suojassa sen,
    Ain suurta aikaan saa.
    Jos toivo mieles jännittää,
    Ja aikees puhtaiks’ jää,
    Käy joukkohon ja kulje ties
    Kuin voimakas ja terve mies.

        ______________________________

    Cuando la fe es pura y radiante
    puede en verdad mover montañas.
    Esta certeza del alma, sin obstáculos,
    hace a los héroes.
    Si tu fe en lo que es bueno y justo
    puede reavivarse,
    ven, únete a nosotros, y ningún obstáculo
    podrá afectarte jamás.

    Y el amor, con toda su riqueza plena
    puede hacer milagros,
    con la guirnalda de la vida
    coronará también la cabeza humana.
    Si el trabajo y las tareas difíciles
    te son queridos,
    ven, únete a nosotros, y el Cielo te otorgará
    el fuego con el que realizarlos.

    Tan solo la esperanza y el poder del Cielo
    puede iluminar nuestra meta,
    cuando, protegidos por ellos, marchemos adelante
    nuestros logros serán grandes.
    Si la esperanza estimula tu mente,
    y tus propósitos permanecen puros,
    ven, únete a nosotros, y marcha
    como un hombre fuerte y sano.
_____

A continuación, les animamos a seguir los enlaces que nos permiten un recorrido completo por las tres versiones (aunque en la versión de piano se presenta como puramente instrumental).

En primer lugar, la versión para piano por parte de Folke Gräsbeck (ver discografía), en el servicio de spotify:
https://open.spotify.com/album/7c0PpCbPvXEb1TEsbbYtmH

La versión orquestal dirigida por Osmo Vänskä, en la misma plataforma:
https://open.spotify.com/album/2SpuKnJpUBsKrvo3nPM1fx

La versión para coro mixto y piano por parte del Coro Tapiola y 
Norjanen en youtube:

Y otra grabación de la misma versión por parte del coro Jubilate dirigido por Astrid Riska, en spotify:
https://open.spotify.com/album/6DtIyFPBuN48f6MS2HsGgQ


Canción de la Asociación Mundial de Guías Scout

El coro scout en su versión (versiones) en finés tuvo buen predicamento en los grupos locales de jóvenes exploradores del país, sin duda orgullosos porque la voz de Finlandia hubiese puesto música al movimiento. 

Pero fue tres décadas después de su escritura que la marcha dio un sorprendente salto global. En la 13° Conferencia Mundial de la organización femenina, celebrada en Oxford en 1950, se propuso y finalmente se aprobó la adopción de la música de Sibelius como himno de la Asociación que abarcaba a nivel mundial las distintas agrupaciones de niñas y chicas scout del mundo. En esta propuesta es pudo influir el hecho de que en aquellos años fuese presidenta de la asociación una finlandesa, Sylvi Visapää, aunque no hemos podido confirmar esta relación [si alguien conoce con mayor exactitud datos sobre este extremo, rogamos nos lo comunique para incorporarlo al post]. 


El compositor tuvo a bien autorizar el uso de su música, y lo que es más, se dispuso a realizar un arreglo para la marcha en su nueva dimensión. 

Hemos de recordar que durante sus últimos casi treinta años Sibelius vivió retirado en su casa en el bosque, Ainola, y no culminó ninguna composición significativa. Además de su trabajo en la Octava sinfonía, que terminó con casi total seguridad en el fuego de su chimenea, el genio nórdico completó unos pocos arreglos, revisiones y orquestaciones de obras antiguas, y precisamente la Marcha scout fue una de las privilegiadas partituras que iluminaron el silencio de Ainola.  Tras la publicación de los textos oficiales, el autor preparó en 1952 una versión para coro femenino (sopranos y contraltos, por tanto cantable por mujeres como también por voces infantiles) con acompañamiento de piano, con el texto internacional, redactado e inglés y debido al poeta inglés Gavin Ewart (1916– 1995). Hemos de advertir, aunque nuestros lectores lo habrán podido intuir, que el nuevo texto no tiene relación ninguna con el de Jalmari Finne, lo cual no impide que la música sirva con igual admirable porte a las dos versiones. La nueva partitura además cuenta solo con una segunda estrofa, frente a las tres del texto de 1918.

El arreglo apenas plantea diferencias musicales con el original de 1918/1921. Además de escoger una tonalidad algo más cómoda para estas voces (Fa Mayor frente al Mi♭ Mayor del original), y algunos cambios rítmicos debidos a la diferencia de idioma, la parte más revisada es la de la segunda voz, contraltos, que varía su línea para recoger las armonías que antes hacía junto con las voces masculinas. La partitura fue publicada en ese mismo año de 1952, de nuevo por la editorial de Copenhague Wilhelm Hansen, con el añadido del texto en francés (también oficial), debido a Francine Cockenpot.

Desde entonces, mientras que la versión de 1918/1921 ha seguido su camino en Finlandia, la versión conocida como "Canción mundial" de las jóvenes exploradoras se ha difundido por grupos scout femeninos de todo el globo, más allá de las fronteras naturales y políticas, en diversos arreglos ajenos (como para banda), y entonado en multitud de idiomas, incluyendo el español.

Sobre la letra en nuestro idioma no hemos podido encontrar información muy precisa [de nuevo rogamos que si alguien tiene más datos, nos lo pueda comunicar], pero se debería a Plácido de Montoliu, un profesor de música de origen tarraconense, que tuvo entre sus maestros nada menos que a Enrique Granados o a Emile Jaques-Dalcroze, y que impartió materias relacionadas con la voz por Europa y EE.UU. (como por ejemplo en la Curtis Institute of Music de Pensilvania). A continuación damos los textos de la canción en su original inglés, así como la redacción (que no traducción literal) que cantan las exploradoras hispanoparlantes.

The World Song of The World Association of Girl Guides and Girl Scouts 

    Our way is clear as we march on,
    And see! our flag on high,
    Is never furled throughout the world
    For hope shall never die!
    We must unite for what is right
    In friendship true and strong,
    Until the earth in its rebirth
    Shall sing our song!

    All those who loved the true and good,
    Whose promises were kept,
    With humble mind, whose acts were kind,
    Whose honour never slept.
    These were the free! And we must be
    Prepared like them to live,
    To give to all, both great and small,
    All we can give!

        ______________________________

Canción mundial de la Asociación Mundial de Guías Scout

    Marchemos todas con decisión 
    en pos de nuestro ideal, 
    y prometamos siempre servir 
    en un mundo fraternal. 
    Y que nuestras voces resuenen 
    allende los montes y el mar 
    para unir nuestra fe, nuestro amor, 
    en un solo canto universal. 

    Bien alta la bandera levantad, 
    y que libre al viento ondee, 
    cual símbolo de nuestra lealtad 
    Y esperanzas que no mueren. 
    Y que nuestras manos se enlacen bien, 
    formando amistosa cadena 
    para unir nuestro amor, nuestra fe, 
    en el cumplimiento de nuestra ley.
_____

Para ilustrar versión de Riska, en inglés, en youtube:
Y en spotify:
https://open.spotify.com/album/7btT1P6DMncKLbSe2DXlrQ

Análisis

La pieza musicalmente es bastante sencilla, lo cual no quiere decir una obra menor sino simple y adaptada a la función requerida, una marcha diatónica, tranquila pero animada, sui generis pero sin caer en los tópicos, y llena de marcas estilísticas sibelianas en todo caso. La forma consiste en una única estrofa musical, con un pequeño preludio de cuatro compases, basado en el tema de la marcha, y que se repite para servir de interludio entre las estrofas del poema y al final. Sin embargo, Sibelius ha dado una armonización bastante completa a la estrofa, lejos de lo que podría ser una simple canción acompañada de un puñado de acordes. El tono es como decíamos de Mi♭Mayor en su versión original (incluyendo la partitura con orquesta), mientras que la Canción mundial está en Fa Mayor. Veremos aquí la versión original en finés.

Tras el pequeño preludio instrumental, que resume toda la música con tema inicial y la cadencia final, tenemos la primera de cinco frases musicales (aquí en una reproducción de la edición original de piano con texto escrito encima):


El tema es un elegante tema hímnico (¡con la "S sibeliana"!), que termina en una triada, al estilo de fanfarria, todo con un característico ritmo de marcha, recalcado por la fanfarria también sui generis que entona el piano o la orquesta para enlazar con la siguiente frase, y que ya aparecía en el preludio.

La segunda frase simplemente repite la primera pero, en lugar de un final cerrado como podría adivinarse, el compositor dota de alma y drama a la música que va, a través de mínimas disonancias y dominantes secundarias, a un clímax en modo menor en la tercera frase:


El fluir de la música recupera su marcha - nunca mejor dicho - al final de esta tercera frase con ritmos dactílicos (♩ ♪), favoritos del compositor y muy propios de sus marchas, que en alguna vez hemos llamado "cívicas" (como en el "Athenarnes sång"), que constituirá el insistente ritmo, entre silencios apasionados, de la cuarta frase. 

Esta deriva en la coda de la estrofa, que con su proclama hímnica y solemne, sirve de resumen armónico a la música de toda la pieza: giro a do menor, y cadencia última (subdominante con sexta añadida - sonoridad favorita de Sibelius, tónica sobre el quinto grado, dominante con séptima y tónica).


El fragmento instrumental sirve, tras las repeticiones para dar un final perfecto a la breve composición.

Discografía

No muy extensa la discografía de esta marcha, daremos a continuación cuenta de las distintas grabaciones que, salvo alguna rareza, incluye la totalidad discográficas hasta el momento de las diferentes versiones de la pieza.

• Bocetos previos con la música de la Marcha Scout 
El fragmento de la Marcha HUL 0504 fue grabado por la sección de metales y percusión de la Orquesta Sinfónica de Lahti, dirigida por su concertino Jaakko Kuusisto, y se puede encontrar en el volumen nº10, el segundo dedicado a la música de cámara, de la Sibelius Edition de BIS. Los esbozos para el álbum infantil se pueden encontrar en el apéndice de la monumental integral también, estudiados e interpretados por el incasable Folke Gräsbeck. Poco más que decir de estos fragmentos, que pueden ser de interés para el curioso y que en todo caso ofrecen una interpretación sin tacha.




   - [Marcha] HUL 0504
Conjunto de Metales de la Orquesta Sinfónica de Lahti
Jaakko Kuusisto
- BIS Sibelius Edition vol. 9 (2009)

   - Pianokompositioner för barn JS.148
Folke Gräsbeck, piano
- BIS Sibelius Edition vol. 13 (p. 2011)

• Partiolaisten marssi (Marcha Scout) opus 91b. Versión para piano 
No existe ningún registro de la versión funcional de voces al unísono acompañadas por la partitura de piano. Hannu Jurmu y Jouni Somero grabaron un disco para el sello Naxos de canciones para una voz de Sibelius, en las que además de las piezas originales interpretan varias de las obras para coro y piano con canto solista, con las que podemos hacernos una idea. No poseemos la grabación, así que de momento tan solo damos noticia de la misma, que pueden escuchar sin embargo en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=v-Uow1Ka5aU

La versión puramente instrumental, para piano - que por cierto, solo hace sonar una repetición de la estrofa - conoce dos registros en Bis, en primer lugar en la primera "integral" debida a Erik T. Tawastsjerna, algo rígida y hierática, y la de Folke Gräsbeck que sería la que finalmente culminara el sello sueco, acertando con una versión mucho más dinámica, elegante y cálida.



Erik T. Tawastsjerna
- BIS (1987)

Folke Gräsbeck
- BIS Sibelius Edition vol. 10 (p. 2010)

• Partiolaisten marssi (Marcha Scout) opus 91b. Versión para coro mixto y piano (1918/1921).
Ambas versiones para coro y piano, tanto la de a cuatro voces de 1918 han sido grabadas dentro de sendas integrales de los sellos Finlandia y Bis, en torno además en la misma época. La del Coro Jubilate dirigido por Astrid Riska está henchida de espíritu aventurero y solemnidad, mientras que la dirigida por Hannu Norjanen es más serena y hasta elevada cabría decir (aunque la toma de sonido apaga un poco su color), aunque según nuestra opinión la primera es bastante mejor.


Coro Jubilate
Astrid Riska   
Gustav Djupsjöbacka, piano
- BIS (1999) / BIS Sibelius Edition vol. 11 (p. 2010)

Coro de Cámara Tapiola & Amigos de Sibelius
Hannu Norjanen   
Ilmo Ranta, piano
- FINLANDIA RECORDS (1998) 

• Partiolaisten marssi (Marcha Scout) opus 91b. Versión para coro mixto y orquesta (1918).

La versión orquestal conoce hasta ahora una única y contundente grabación. El maestro Vänskä expone desvela el potencial del coro, que suena arrebatador y magnífico. Si desean un único registro de la pieza, esta debería ser la elegida, por el brillo en sí de la partitura orquestal, y por la interpretación misma, llena de fuerza. 

Coro Dominante (dirigido por Seppo Murto)
Sinfonia Lahti
Osmo Vänskä
- BIS (2004) / BIS Sibelius Edition vol. 3 (p. 2007)

• The World Song of The World Association of Girl Guides and Girl Scouts (Canción de la Asociación Mundial de Guías Scout) opus 91b, para coro femenino y piano (1952).
El registro de esta versión la encontramos de nuevo en las integrales de Riska y Norjanen. En la grabación de Finlandia Records encontramos una interpretación algo rutinaria y comedida, siendo en esta ocasión la del coro Jubilate la más decidida al tiempo que amable y esperanzada.

jueves, 9 de mayo de 2019

Haltijat: (1.) Los espíritus y los chamanes de la Finlandia pagana

Este post, como el siguiente, estará a dedicado a explorar a algunos de los conceptos centrales de la mitología finlandesa en torno al mundo espiritual, que nos servirá para explicar algunos de sus aspectos más arcanos y fascinantes a la hora de explicar ciertas ideas subyacentes en las historias del Kalevala que sirvieron de inspiración a Sibelius y a otros artistas.


El origen del paganismo finlandés

La religión pagana de los antiguos finlandeses permanece aún a día de hoy misteriosa y difícil de entender lejos de esa cultura ancestral. La razón puede estar en que ciertamente muchos de sus conceptos son muy ajenos a la mayor parte de las tradiciones occidentales y/o la religiosidad judeocristiana. El paganismo finlandés tiene su origen más remoto y propio en la tundra siberiana, en las pequeñas tribus de pastores, cazadores y recolectores que atravesaban la franja norte del entorno de los Urales siguiendo las manadas de renos, adaptados hasta lo inimaginable a la dura vida nómada, apegados a la naturaleza más salvaje y al tiempo más generosa para los supervivientes. Como otros muchos pueblos nómadas de la Asia al norte de la cordillera del Himalaya, los más remotos antepasados de las gentes que hablaban una lengua que daría origen a la familia urálica (en las que las lenguas ugrio-finesas son mayoría) creían que la naturaleza que les rodeaba estaba siempre viva y dotada de voluntad, animada por seres pensantes y apasionados como ellos, que el reno, el halcón, el oso, el salmón, el abedul, el abeto, y la brizna de hierba albergaban espíritus, como también las rocas, y los enclaves del camino, y la tierra húmeda, y los ríos, y el trueno, y la nieve, y las estrellas, el sol, la luna... Había espíritus más poderosos que otros, y sin duda a una tribu de espíritus también les gobernaba un jefe, como en sus propias sociedades... y a esos jefes les debía gobernar espíritus de un poder enorme, que sin duda debían estar los cielos y en las profundidades de la tierra. 


Alce representado en la pared rocosa del Haukkavuori (a orillas del lago Konnivesi, en la región meridional de Uusimaa)

Esos espíritus dan pensamiento y sentido a todos los seres, y su naturaleza explicaba la naturaleza de las cosas vivientes e inertes, su energía, y el porqué de sus acciones y reacciones. El mundo donde viven los espíritus es un mundo diferente al físico, pero es una "dimensión" que convive con el mundo visible, y que interactúa plenamente con él. Los espíritus son la personalización de las fuerzas del universo, desde el movimiento de una simple gota de agua en la lluvia hasta los engranajes de la bóveda celeste están "animados" por fuerzas invisibles pero dotadas de voluntad. 

Los espíritus podían ser presentidos por todos, pero había personas especialmente dotadas que los veían y escuchaban de forma directa, aunque para ello debían entrar en un estado alterado de conciencia, algo solo reservado a los chamanes, que comunicaban con ellos, y trataban de complacerlos para que les fueran propicios, pedirles favores o por el contrario luchar con ellos e intentar expulsarlos cuando se adueñaban maliciosamente de un miembro de la comunidad.


Pinturas rupestres en Juusjärvi (junto a Kirkkonummi, también en Uusimaa), datadas en un momento indeterminado de la Edad de Bronce

Un grupo de tribus ugrio-finesas emigró de su hogar original en los Urales hacia el oeste hasta llegar al actualmente llamado golfo de Finlandia, que engloba el sur del país de los mil lagos, Estonia, las regiones históricas de Livonia, Ingria y Karelia. Muy posiblemente se extendieran mucho más al oeste y al sur de esas regiones que con el paso de los siglos serían su hogar definitivo. El cuándo exactamente, es objeto de extensos debates, tradicionalmente el momento se había situado en un periodo tan remoto como el final de la última glaciación (c. 9000 a.C.) pero más probablemente fuera en fechas mucho más recientes, quizá en torno al año 1000 antes de Cristo. Una pequeña porción de esos pueblos siguió emigrando hacia el norte, hasta una tierra casi deshabitada en el Círculo Polar Ártico, aunque se uniría y superpondría a otros habitantes autóctonos - entre los más antiguos de Europa -, de los que adoptarían probablemente algunas prácticas mágicas. Estos darían origen a los saami (los lapones), que mantienen algunas de las creencias y tradiciones más ancestrales de los pueblos finougrios occidentales, adaptados a la vida de la tundra (palabra saami de hecho) subártica.

La mayor parte de los migrantes en cambio se estableció en torno ese extremo del mar Báltico, y contactó con otros vecinos que ocupaban esas tierras o al menos sus indefinidas fronteras. Aquellos hablaban lenguas indoeuropeas, como los bálticos (de los que lituanos y letones son sus actuales descendientes), y antepasados de tribus germánicas. Ese contacto, que en ocasiones llegaría a ser de fusión parcial, hizo fluir algunas raíces lingüísticas (que permanecen en el actual finés), pero sobre todo influyó sobre su modo de vida: los descendientes de los pueblos nómadas se hicieron agricultores sedentarios, y descubrieron la tecnología de los metales, que en sus mitos aparecerían unidos a dioses y hechiceros. Y de hecho una de las influencias más intensas de bálticos y germánicos se produciría en sus propias creencias, acentuando el politeísmo indoeuropeo frente al puro animismo asiático.

No obstante, lejos de lo que la historia contada desde el punto de vista europeo pudiera suponer, esos pueblos fino-ugrios permanecieron a grandes rasgos más próximos a su pensamiento de la época nómada que las influencias de los hablantes sedentarios de lenguas bálticas o germánicas. Como ocurrió con su idioma, su modo de vida se tiñó de esos toques indoeuropeos, pero a grandes rasgos los finlandeses, estonios, karelios e ingrios permanecieron siendo pueblos animistas. 

Tanto los pueblos saami como los antepasados de los actuales finlandeses debían compartir una práctica religiosa chamánica, no muy diferente a la de los diversos pueblos siberianos. El chamán era capaz de entrar en trance, incluso de hacer salir su alma del cuerpo (más propiamente una de sus almas, ver más abajo), y comunicarse con otros espíritus. Aunque los métodos de trance e invocación pudieron ser diversos (se ha especulado sobre el uso en la zona de la Amanita muscaria, una seta enteógena cuya utilización en Siberia está documentado), la forma primordial y - teóricamente - más antigua entre estos chamanes se realiza a través de la reiteración de fórmulas vocales recitadas e improvisadas y cantos de la comunidad, acompañados por un tambor, decorado con figuras pictóricas, repetidos hasta alcanzar estados de éxtasis místicos.


Un tambor chamánico saami

El chamán será llamado en Finlandia "noita", papel desempeñado muchas veces al parecer  por mujeres. En su trance podía encontrar un "lovi", una grieta entre los dos mundos, un portal abierto hacia el mundo espiritual, y acudir en auxilio de almas extraviadas de sus pacientes, acompañar a las almas al Más Allá, descubrir los espíritus que causaban enfermedades (nenät) y practicar exorcismos. Esta expulsión consistía en averiguar sus debilidades para crear conjuros, hallando las palabras adecuadas (o simplemente averiguando su nombre, o la historia de su origen, que al ser evocados debilitaban al espíritu). 

Al entrar en trance, el espíritu de los noitat era capaz de salir del cuerpo, a veces tomando una forma animal, como un ave, un pez o incluso un oso; y atravesar ríos y bosques, para obtener conocimiento viviente mientras su ser físico permanecía, como muerto, muy lejos. 

Con el paso del tiempo los viejos noitat dan paso a un nueva figura, los "tietäjät" ("conocedores" o "sabios"). Su papel es algo más próximo al de un sacerdote que el de los antiguos chamanes, pues además de sanadores o adivinos actuaban también como jueces u oradores, aunque en ningún caso tuvieron un poder fáctico o político (los líderes de las comunidades finlandesas eran caciques carismáticos y/o guerreros). En este caso los tietäjät parecen ser fundamentalmente hombres. 

La influencia indoeuropea se manifestó también en términos religiosos en el dar más relieve a los espíritus mayores, para acercarlos más a los dioses tal como se entendían en occidente, así como las figuras de los héroes, cuya importancia es central en el Kalevala. Además, los propios mitos agrícolas adquirirían un papel central en la mitología (de hecho el Sampo, generador mágico de grano y dador de vida, es el leitmotiv que une las historias del Kalevala).

Este cambio y aculturación fue lento y progresivo, pero quizá no exento de conflicto: de hecho hay quien ha visto en la lucha entre el Ama de Pohjola (una poderosísima noita de la vieja religión) contra las gentes de Väinämöinen (el sabio y cantor por excelencia de la nueva Finlandia) un eco de ese cambio en el Kalevala, en lugar de la lucha de griegos y troyanos que presentía el propio Lönnrot. La creación y robo del Sampo, símbolo agrícola por excelencia, que pasa de manos de las gentes de Pohjola - cazadoras/recolectoras/pastoras - a las gentes de Kalevala - agricultoras/pastoras/cazadoras -, es un indicativo muy claro de esa posibilidad. Las dos tradiciones no estaban probablemente localizadas en "reinos" diferentes, como sugiere el poema, sino que el conflicto se debió dar en las mismas comunidades, aunque es cierto que las más nuevas creencias nacieron en el sur (Karelia) y se debieron propagar de acuerdo avanzaba la nueva sociedad agrícola hacia el norte, topando con las tribus fino-ugrias más antiguas, de las que los saami serían los últimos y más resistentes supervivientes.

Los tietäjät, durante el primer milenio antes de la Era Común, añadieron al tambor chamánico la entonación de runot, un canto más melódico, regular, con metro poético (el canto kalevaliano), transformando las fórmulas mágicas en extensos conjuros cantados. Estos cantos fueron evolucionando y fundiéndose con los propios desarrollos musicales y poéticos del canto popular, alcanzado formas más sofisticadas, y fijadas, tanto en la música como en el texto. Los runot se convirtieron en secretos (la posible etimología de la palabra, de origen indoeuropeo, y que de hecho no se aleja del significado original de las runas escandinavas) que pasaban de hechicero a hechicero si eran dignos de tal poder.


Fotografía de un kantelista, obra de A.O. Väisänen (en Karelia, 1917) / Picture Collections of the Finnish Heritage Agency

A la voz se le añadió un instrumento que sustituyó al tambor (hace como mínimo un milenio), el kántele, la variante local del salterio báltico que a la sazón se convertiría en el instrumento nacional de Finlandia. 

Además, el trance era mucho más suave que en el caso de los noitat: muy posiblemente los tietäjät no salieran (al menos siempre) de su cuerpo. El conjuro les permite acceder al estado de conciencia necesario para contactar y dialogar con los espíritus. En ese sentido, los viajes de Väinämöinen a Tuonela hacen del viejo y sabio bardo una figura muy poderosa, que une a sus vez ambas figuras (¡y la de un héroe, incluso un dios!).

El tietäjä cantaba sus conjuros con el kántele, pero a medida que las creencias paganas perdieron la batalla frente al cristianismo, muchos de los conjuros de los runot se convirtieron en cantos folclóricos... aunque nunca perdieron del todo su innatismo mágico. Cuando Lönnrot reunió cientos de estos runot para componer el Kalevala, nos dejó una extensa colección de fórmulas y concepto mágicos entremezclados con escenas populares y mitológicas. 

"De effectibus fascino naturalibus", un estudio (tesis doctoral de hecho) de Gabriel Maxenius, que documenta por primera vez directamente las prácticas paganas vivas en la Finlandia de 1733

En aquel comienzo del siglo XIX, a pesar de los siglos de cristianismo y de cristianismo reformado, el paganismo había llegado a tener una viva persistencia en los bosques y campos finlandeses. Aún se reportan tradiciones nítidamente paganas en el siglo XX, sobre todo en los límites del "propio" finlandés, como en la mítica Karelia o la Viena (el este de Finlandia), a ambos lados de la frontera rusa. No obstante, estas tradiciones eran en general más ecos folclóricos que creencias realmente paganas. Había chamanes y "conocedores" aún, pero olvidaron cómo comunicarse mundo de los espíritus, o quizá ya no quisieran hacerlo más.


Alma  y espíritu 

En las creencias de estos pueblos, incluso en los remanentes paganos que pudieron anotarse ya en época cristiana en Finlandia, el mundo espiritual era enormemente complejo. Por de pronto, el propio ser humano no tenían solo una naturaleza espiritual, sino una doble realidad... o triple en cierta forma. Cada ser humano poseía "henki" e "itse". Aunque en el lenguaje común actual estas palabras, de uso frecuente, se traducen como "alma" (conviviendo con la palabra de origen germánico "sielu") y "uno mismo" respectivamente, en la religión ancestral definían dos realidades distintas unidas al cuerpo. 

• El "henki" es el aliento vital, el calor corporal, la energía personal, el animus... Aparece aun antes del nacimiento y se pierde en el momento de la muerte.

•El "itse" es el "yo", la personalidad, el anima, que correspondería al concepto más general de "alma". Aparecía después del nacimiento. El itse puede viajar fuera del cuerpo, aunque una ausencia prolongada crea enfermedad (sobre todo enfermedades mentales, como la depresión). Puede manifestar físicamente fuera del cuerpo, incluso después de la muerte. Y en efecto, sobrevive a la muerte, aunque la naturaleza del Más Allá no aparece muy clara en las fuentes - no olvidemos que no existen testimonios de las creencias paganas hasta mucho después de la cristianización de Finlandia, incluso tan tarde como el siglo XVIII -. Parece ser que algunos permanecían entre los vivos como fantasmas, otros se unían a otras almas de antepasados, quizá en Tuonela/Manala, el reino de los muertos, un Hades apagado y onírico (que en el Kalevala aparece en ocasiones con connotaciones más bien cristianas y demoniacas),

• Una tercera realidad espiritual que convive con el hombre es el "luonto" ("naturaleza"), un término mucho más difícil de explicar. Se trataría de una esencia distinta a la personalidad, otro ser que acompaña a la persona a la manera de un espíritu protector, un ángel o genio guardián. Las personas dotadas de un luonto especialmente poderoso tienen gran suerte, además de grandes cualidades, carisma, fuerza de voluntad, creatividad... que su espíritu acompañante infunde sobre ellos. Si el luonto llega a dominar a la persona, en cambio, esta se convierte en fanática. No nace con la persona, sino que se asocia a un ser humano cuando recibe su nombre (un hecho trascendental en la mentalidad pagana finlandesa), y puede abandonarlo incluso mucho antes de la muerte, a veces sin un motivo claro. Su marcha provoca defectos de personalidad, como las adiciones y obsesiones, y los tietäjät se tenían que encargar de buscar y averiguar las razones del desapego. En todo caso, un ser humano puede vivir careciendo de luonto, pero no sin henki o itse más allá de un periodo corto de inconsciencia (como el trance del chamán).


Niño saami, fotografía tomada en la Laponia sueca,  finales del siglo XIX

Como decimos, el luonto es un espíritu ajeno al ser humano, pero asociado a él, y no es sino una forma más de los haltijat, los espíritus de todas las cosas, como veremos más adelante, pero algo distinto no solo en su relación simbiótica con el ser humano, sino también en su capacidad de sobrevivir fuera de la persona con la que está asociado, y de combatir a los distintos väki, las razas de los haltijat de la naturaleza.

Muchos de estos términos permanecen incluso en el finés actual, aunque su significado se ha diluido en el lenguaje cotidiano: "hengetön" (literalmente "sin henki", "inanimado") es un sinónimo de difunto, "luonto" se sigue empleando para describir para describir la "naturaleza" de una persona, su personalidad, mientras que "väki" se emplea como término común para "gente".


Haltijat

Un "haltija" (o "haltia") es un espíritu de la naturaleza, presente tanto en seres vivos como en realidades materiales inertes. Antes que nada, hay que señalar que el animismo finlandés no se ha identificar (necesariamente) con creencias panteísticas: no todo el universo está animado, no todos los seres poseen un espíritu o haltija. Es más, entre las familias de animales hay algunas donde el más frecuente que en otras poseer un haltija  - por ejemplo entre las aves - que en otras. Incluso no todos individuos de una misma especie poseen haltija.
Imagen de Tero Porthan. Extraído del blog Finnish Mythology

Y es que un haltija no es el alma de los seres, no es la esencia o personalidad del árbol, del oso, del abeto o de la roca. Es un espíritu asociado a un ser, que le da la fuerza, la voz y personalidad, que convive dentro o a su lado, y sin embargo no forma parte del mismo ser (de su "substancia", empleando término de la filosofía clásica), sino de esa dimensión paralela que coexiste y se superpone a la nuestra, el mundo de los espíritus. Un ser del mundo físico puede existir sin ningún espíritu asociado a él, pero estará carente de "vida", en el sentido más amplio de la palabra. El término latino genius loci puede explicar este fenómeno (ninfas de las fuentes, guardianes de las montañas, etc.), pero en el universo mental de los antiguos finlandeses es un concepto muchísimo más amplio.

Los seres que poseen un haltija no "hablan", no tienen su propia boca, pero son personificados gracias a su espíritu, que cuidará de sus necesidades y actuará de acuerdo a su esencia. Para hablar con estos espíritus el chamán ha de entrar en el mundo espiritual a través de la grieta (lovi). Sin embargo, no "hablará" con el árbol o con la roca directamente, sino que ha de hacerlo en el correspondiente trance, y al hacerlo no será un diálogo entre un hombre y un árbol o una roca, por ejemplo, sino entre el espíritu del hombre y el espíritu del árbol o de la roca. Incluso cuando en un desarrollo tan tardío y mixto como en el Kalevala (runo XLIV) vemos a Väinämöinen, el chamán-cantor por excelencia del poema, hablando con los árboles para obtener el material de su nuevo kántele, no debemos imaginarnos a un árbol moviendo sus labios de madera y arqueando sus cejas musgosas como los ents del Tolkien, sino a un sabio entrando en un estado alterado de conciencia gracias a su hechizo y penetrando en el mundo invisible donde la conversación es posible.

Aunque cada ser individual puede poseer su propio haltija, la mayor parte de ellos se agrupa en pueblos o razas de haltijat semejantes, llamados "väki". Los distintos väki dan cuenta de la categorización del mundo bajo estas creencias, de los conceptos abstractos presentes en el viejo paganismo. Así, existen metsän väki (espíritus de los bosques), maan väki (espíritus de la tierra), veden väki, (espíritus del agua, que incluían a los läylyn väki, espíritus de la sauna), tulen väki, (espíritus del fuego, entre ellos los pajan väki, espíritus de la forja),  taivaanväki (espíritus del cielo y el aire, gobernados por Ukko, como los ukkosen väki, que residían en el trueno), kallion väki (espíritus de las rocas, como los vuoren väki, habitantes de las montañas), puun väki (espíritus de la madera), raudan väki, (espíritus del hierro), los hiiden väki eran espíritus malignos (hiisi es sinónimo de demonio) y un largo etcétera de seres invisibles. 

Algunos väki también pertenecen a las realidades creadas por el hombre, como los kalman väki, espíritus de los cementerios (literalmente "de la muerte"), y del poder mágico de las tumbas.


Imagen de Tero Porthan

Los väki podían atacar a los hombres (y otros seres vivos), y provocaban de hecho los males y enfermedades. No eran seres morales, buenos o malos en sí, solo respondían de acuerdo a su naturaleza, y cuando esta se violentaba actuaban de forma violenta. Por eso el hombre debía tener cuidado de no romper el equilibrio universal, y de hacerlo, debía compensarla a través de una plegaria o un sacrificio, y reestablecer el equilibrio. Para edificar una cabaña una familia debía pedir permiso a los väki del lugar, para cazar a un animal y arrebatarle la vida debía pedir indulgencia a su espíritu guardián. De no hacerlo, de quebrar los lazos de la esencia de las cosas, el hombre se exponía a ser dañado. Pero atención: no hay consecuencias kármicas inevitables. Romper la balanza no implicaba necesariamente sufrir un daño, sino solo exponerse a que pase, el hombre ha roto su defensa espiritual y está débil ante la posibilidad de un ataque, pero este ataque puede no producirse. Pero si rompes los pactos naturales, te arriesgas, y el daño puede no ser proporcional al que has hecho. Por la otra parte también muchos väki actuaban por iniciativa y voluntad propia para dañar a los hombres (lo que permitía a los chamanes contrarrestar sus ataques y reinstaurar el orden natural). 

La naturaleza del espíritu también encerraba la explicación al mal provocado, y así mismo la manera de intentar solventarlo. Por ejemplo, ser golpeado por un hierro podía provocar el ataque de los väki del hierro (como le sucede a Väinämöinen en el comienzo del Kalevala, canto VIII). Para solventar el daño, el hechicero debe hallar los conjuros adecuados de acuerdo a su naturaleza: el conjurador podía mentar el nombre del espíritu en particular o recordarle su origen secreto, como mencionábamos antes (y como se encuentra frecuentemente en Kalevala también). Pero incluso podía pedir ayuda a otros väki para que se enfrenten a los que han provocado el mal: por ejemplo, los väki de la sauna podían acabar con las dolencias causadas por los del fuego.


"El haltija otorga la garra al oso". Imagen de Tero Porthan


Los väki son masculinos o femeninos, indistintamente dentro de una misma raza. Cada uno, como hemos visto, posee su propio nombre y personalidad, aunque dentro de cada tribu de väki las diferencias no eran muy grandes. Entre grupos sí se distinguen más: los del fuego eran los jóvenes, mientras que los de agua eran los más antiguos, y los de la tierra eran más poderosos que los del aire.

Cuando la mayor parte de la población se bautizó, los escandinavos aun en época cristiana también llevaron a Finlandia algunas viejas ideas de su propio paganismo, aunque en forma de folclore y de supersticiones antes que de creencias firmes. Al igual que en Suecia y Noruega sus propios alfar y dvergar devinieron en formas populares más semejantes a duendes o trolls, también la percepción de los väki decayó en historias populares, a veces muy semejantes en apariencia a las escandinavas. De hecho una variante folclórica del concepto de los väki es "tonttu", que procede de la palabra sueca, bien conocida, "tomte", que viene a ser más un prototípico duende o elfo de las historias infantiles. No obstante, hasta en las historias más inocentes del folclore finlandés se pueden adivinar un eco muy remoto si se sabe entrever las concepciones del viejo paganismo.

Con el cristianismo incluso los espíritus antiguos se introdujeron en la iglesia, lugar donde residen los kirkonväki (literalmente los väki de iglesia), cuyas historias demuestran hasta qué punto se sincretizaron las ideas mágicas y religiosas: muy semejantes a los kalman väki, estos espíritus levantaban a los muertos para atemorizar a los vivos, normalmente en una fecha tan en teoría tan poco propicia para los muertos vivientes como la Nochebuena... 



Algunos de los haltijat tenían un poder que los elevaba por encima de los demás: eran los dioses. En último término la naturaleza de los jumalat es la misma que la del resto de los espíritus, esto es, los dioses son haltijat, aunque superiores en la jerarquía espiritual, de modo que ordenaban a sus propias gentes, a sus väki. Los dioses del bosque pues tenían a su mando los distintos metsän väki. Pero a su vez, había dioses mayores y dioses menores, que estaban a las órdenes de los primeros. Por ejemplo Mielikki, diosa del bosque y de la caza, estaba bajo el mando de Tapio, de quien era mujer (en algunas variantes hija). 

Los dioses mayores eran llamados en la tradición reyes, y gobernaban sobre un medio entero: Ahti en las aguas, Tapio en el bosque, y Ukko en el cielo. Esta importancia y monarquía divina dejan adivinar la influencia indoeuropea, pero su concepto no es tan similar como podríamos sospechar, como se demuestra en la adoración que se les rendía: raramente se invocaba directamente a alguno de los grandes dioses, salvo para plegarias globales y de toda comunidad: que el bosque fuera propicio para la caza, que nadie fuese devorado por sus seres, que nadie se perdiera en sus laberintos... 

Normalmente las peticiones y rituales se hacían en primer lugar a los väki, y solo si el noita o el tietäjä no lograba el efecto deseado, el hechizo debía encaminarse a un ser superior. En el canto XV del Kalevala, por ejemplo, la madre de Lemminkäinen (poderosísima noita por lo que se puede entrever), recorre - en forma animal - los distintos seres animados e inanimados de la naturaleza (los árboles), y los lugares (el camino) preguntándoles por su hijo perdido - es decir, hablando a sus väki en un claro viaje chamánico -, y solo tras agotar todas las vías, se dirige a los dioses menores, primero a la luna y finalmente al sol. En su mismo conjuro para restaurar la vida de su hijo, debe reunir ingredientes de distintos poderes de la naturaleza, pero el dios más poderoso, el que había en el cielo (la Osa Mayor o Ukko o el propio Dios cristiano) le puede conceder el ungüento de resurrección definitivo. 

En la siguiente entrega, veremos ejemplos de haltijat en el Kalevala, en especial aquellos relacionados con los proyectos programáticos que dieron fermento a la Sexta sinfonía de Sibelius.

Bibliografía empleada en este post (seleccionada):
- Pentikäinen, Juha Y. (1999): Kalevala Mythology. Revised Edition. Bloomington & Indianapolis: Indiana University Press [1ª ed. en finés, 1987]
- Sarmela, Matti (1994,1995): Finnish Folklore Atlas. Helsinki: Sociedad de Literatura Finlandesa [Traducción al inglés de Annira Silver, edición digital (2009)]. 
- Siikala, Anna-Leena (2002): Mythic images and Shamanism. A perspective on Kalevala poetry. Finnish Society of Sciences and Letters.
Stark-Arola, Laura: "The dynamistic body in traditional Finnish-Karelian thought. Väki, vihat, nenä, and luonto" en "Myth and Mentality. Studies in Folklore and popular thought", Anna-Leena Siikala (editora) Finnish Literature Society (2003)

Lectura web recomendada: http://spiritboat.blogspot.com/ (en inglés)