La Navidad es una fiesta muy especial en Finlandia, no hay ninguna duda. Como en todo el orbe cristiano, y en especial para el protestante, esta es una celebración extraordinaria del calendario litúrgico, ya que la fiesta pasa de la iglesia a los hogares, donde las familias se reúnen, donde se canta, y donde los niños esperan llenos de una ilusión única en la vida el que un ser mágico les traiga regalos desde el mundo de los sueños.
Pero desde luego esa alegría que comparten muchos países de la tierra se ha unido en el país del norte, como en otros lugares, a tradiciones antiquísimas. Si no les será del todo desconocido que ya los romanos hacían de estos días una fiesta muy especial como eran las Saturnales, donde se hacían regalos equivalentes a los que hacemos hoy en día, tenemos que recordar que muchos pueblos paganos celebraban también en estos días una fiesta de la luz: tras el solsticio de invierno se hacía patente - en aquellos tiempos donde el hombre dependía tanto de la naturaleza - que los días empezaban a ser más largos, que la luz ganaba la batalla a la oscuridad.
En Finlandia, la tierra del Kalevala, no hace falta decir que el sol y su luz son algo absolutamente mágico. Y su renacer es contemplado con alegría y agradecimiento. Esta noche las velas y las luces eléctricas lo llenarán todo para animar al sol a resistir su combate contra la noche, del que resultará vencedor un año más...
Entre esa herencia ancestral y pagana que sobrevive en Finlandia está la figura de Papá Noel, el Padre Navidad. De cómo un generoso obispo bizantino acabó siendo San Nicolás de Bari (Italia) ustedes pueden encontrar información fácilmente, pero de cómo un genio de la fertilidad de los bosques fineses, llamado "el macho cabrío - por no decir otra cosa - de la Navidad" ("Joulupukki"), con costumbres licenciosas y nada cristianas acabó siendo Santa Klaus quizá nos cuenten algo más nuestros amigos de Big in Finland:
http://www.biginfinland.com/?p=1359
Je, je, desde luego Santa tiene un pasado nada discreto. En cualquier caso hoy en día, debido a la influencia del cine comercial norteamericano y al concepto utilitario de unos padres que prefieren tener a sus niños entretenidos todas las vacaciones, este regordete finlandés, habitante - según rezan las guías turísticas y el parque temático organizado en torno a él - de Rovaniemi, la pequeña ciudad finlandesa anexa al Círculo Polar Ártico, visitará también muchos hogares españoles y de hispanohablantes en América.
Hyvää joulua!
Y no lo olviden, acuérdese de los que más necesitan de nuestra generosidad, como también de aquellos que no están (es costumbre en Finlandia, como en otros países luteranos, encender una luz por los que nos dejaron). En fin, disfruten de esta noche con alegría y buenos sentimientos. Les deseamos de nuevo Feliz Navidad:
Hyvää joulua!
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