miércoles, 16 de enero de 2013

Tercera sinfonía en Do Mayor opus 52 (1904-07): 8. Discografía (y 3)

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Finalizamos nuestra serie dedicada a la Tercera Sinfonía de Jean Sibelius con la última parte de la discografía analizada, con las grabaciones que más abajo han quedado en nuestra clasificación.
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Orquesta Sinfónica de Gotenburgo
Neeme Järvi
DEUTSCHE GRAMMOPHON (2005)


La segunda grabación de Järvi, en este caso para el prestigioso sello alemán. Como es la tónica general del estuche, el director estonio tiñe a Sibelius de un colorido preciosista, dorado, casi a la Karajan, descuidando otros aspectos. El primer tiempo infunde un carácter animado, con buena precisión rítmica, y tintes heroicos (aproximando la pieza a La hija de Pohjola), con cuidado en las secciones más líricas. El hipnótico desarrollo crea una expectativa no cumplida en la reexposición, con una coda demasiado preocupada por los legati. En suma, hay cierta sensación de palidez en el conjunto a pesar de brillantes momentos. Muy acertado el enfoque del segundo tiempo, con velocidad adecuada y su sentimiento otoñal. En este caso el preciosismo de flautas y de unos magníficos clarinetes sí presta méritos a la interpretación, aunque las debilidades se dejan traslucir en el carácter taciturno, casi brahmsiano, de los intermedios, y una laxitud excesiva en la última aparición del tema. El comienzo del tercero apenas plantea el drama necesario, y suena a introducción superficial más que al caos que pretendía Sibelius, aunque el asunto se anima en el intercambio tímbrico. El himno se plantea con elegancia, más educada que profunda, y sin la emoción necesaria, terminando el movimiento de la misma forma. En fin, una versión que en ocasiones puede hacer disfrutar a nuestros sentidos pero que no deja ninguna huella.

Interpretación: 6,5  Estilo: 7 Sonido: 9

Orquesta Sinfónica de Londres
Colin Davis
RCA - BMG (2003)


Una lectura esta segunda de Davis con buen oficio sibeliano, pero que suena ligeramente ajena al espíritu de la sinfonía, a veces incluso indiferente, aunque tiene algunos momentos destacables en el uso de los colores instrumentales.
En el Allegro Moderato el tema inicial está bien medido y es ágil, pero en ocasiones algunos toques lo vuelven tosco. El segundo tema parece más cansado que melancólico, aunque después se consigue recuperar algo el aliento. En el comienzo del desarrollo las flautas suenan con un misterio seductor. La reexposición comienza con una gran energía, que se vuelve fatalidad en el segundo tema. La coda vuelve a sonar un poco ausente.
El Andantino con moto suena apagado y triste. Se nos vuelve a mostrar ese carácter misterioso de las flautas, sin duda brillantes, que alternan con una cuerda muy callada, aunque el resto del movimiento peca un tanto de falta de seguridad.
El scherzo arranca sin demasiada prisa ni fuerza, aunque va ganando ímpetu a medida en que la partitura lo exige, y se afianza en el himno, que suena potente y aguerrido. Una versión distante, pero no necesariamente negativa.

Interpretación: 6,5  Estilo: 6 Sonido: 7

Orquesta Sinfónica de Utah
Maurice Abravanel
SILVERLINE CLASSICS (1977)

La grabación del maestro Abravanel tiene musicalidad y muy buen hacer directorial, pero carece de estilo y hasta de alma, quizá por ser bastante ajena al mundo sibeliano, tan específico de esta pequeña gran partitura.
El primer movimiento arranca contenido, con calma y cierto pesimismo, evidente en el segundo tema, y esta atmósfera continúa durante todo el movimiento, con constantes aceleraciones y desaceleraciones libremente vistas por el director suizo-americano, como la fogosa entrada de la reexposición. La coda llega sin mucho espíritu. La mirada del segundo movimiento tiende a una melancolía aún mayor, con la velocidad correcta y un cuidado más intenso que en primer tiempo, aunque falta cohesión entre las secciones de la obra. Para el tercer movimiento, Abravanel opta por un caos un tanto ordenado, pero bien expectante para preparar el himno. En manos de Abravanel este final da rienda suelta a la solemnidad y hasta de su majestuosidad, llegando a los momentos más lustrosos de la grabación. Siendo correcta en la interpretación, varios detalles la alejan del podio de las mejores versiones de la obra.

Interpretación: 6,5  Estilo: 6  Sonido: 9 (DVD audio)

Orquesta Sinfónica de la Filarmonía de Leningrado
Evgeni Mravinsky
[directo] (1963) - ALTUS (2004)


Mravinsky nos ofrece en esta histórica grabación una mezcla de excelentes cualidades y unos cuantos decepcionantes ejemplos de personalismos. La interpretación es buena, a ratos excelente, pero el director ruso parece muy alejado del mundo sibeliano, y a años luz del concepto de esta sinfonía, sobre todo en el aspecto tímbrico, ya que lleva la obra al mundo de las orquestas titánicas, cuando Sibelius precisamente quiere alejarse con esta partitura de esa esfera. Lástima además de sonido y de las toses del directo.
Aunque con agilidad, el Allegro moderato es abordado con cierto empaste en los timbres, lo que perjudica una visión bastante equilibrada en cambio en lo dramático (un buen desarrollo y un espectacular comienzo de la reexposición a golpes de un inquieto timbal), y bien definida en lo rítmico. La coda posee la cualidad de la grandeza, aunque el entusiasmo del timbalista en los dos últimos compases la torne hacia la vulgaridad. Para el Andantino el director ruso escoge la opción de la danza, no sin una buena dosis de sentido del ritmo. El poder elegiaco del primer intermedio se ve perjudicado por la velocidad, como por la falta de afectividad en general del movimiento. El scherzo opta por el dramatismo, casi confusión a veces, con una agitación nerviosa de gran efectividad. En cambio el himno entrará con demasiada velocidad, y la nota del oboe lejos de ser dulce parece hasta molesta. A partir de ahí la sinfonía crece y crece hasta límites insospechados, alejando la sencilla cima de la partitura hacia un clímax casi mahleriano. En fin, si son seguidores del director, es una grabación interesante, pero no lo es tanto para el buen sibeliano.

Interpretación: 6,5  Estilo: 5  Sonido: 3,5 (mono)

Orquesta Hallé
John Barbirolli
EMI (1966/70)


Como hemos dicho en otras ocasiones Barbirolli ha pasado por ser uno de los grandes defensores británicos de la música de Sibelius (lo que le coloca en pódium del sibelianismo), pero sus grabaciones hoy en día se nos antojan anticuadas, demasiado envejecidas y un tanto alejadas del ideal sonoro del compositor. Y éste es uno de los mejores ejemplos de esto que comentamos.
El tema del primer tiempo se presenta con una flema muy elgariana, y anuncia cómo va a ser el movimiento: pomposo y falto de energía, lento y pálido, convirtiendo los pasajes en modo menor en inesperadas desolaciones, desaprovechando los contrastes colorísticos en favor de una concepción de gran orquesta, dejando a las maderas muy al segundo plano... El tema de la coda peca de planitud y excesiva lentitud. En cambio el segundo tiempo tiene un acierto en cuanto a velocidad, faltándole sin embargo cierta agitación rítmica. En general muy correcto, más que otras versiones globalmente mejores, aunque detalles como el tema de nuevo plano del primer intermedio lo afean bastante. El caos del tercer movimiento es posiblemente el más educado y diplomático de todos los caos, ya que todo transcurre con toda la relajación del mundo. El himno continuará en la misma línea, hasta alcanzar de nuevo dimensiones elgarianas. No muy recomendable.

Interpretación: 6  Estilo: 5,5 Sonido: 6,5

Orquestal Festival de Helsinki
Oli Mustonen
ONDINE (2003)


Oli Mustonen es un pianista finlandés, compositor, director muy ocasional, que a los sibelianos nos ha dejado alguna grabación de gran interés para el instrumento de teclado, junto con alguna curiosidad orquestal como esta.  Que no es un gran director de orquesta es evidente, pero a cambio ofrece su amor al compositor, el idioma y un acercamiento desde luego devocional, con gran conocimiento de la tradición interpretativa finlandesa a la hora de abordar a Sibelius. En el Allegro inicial crea un ritmo constante y animado, sin grandes estridencias en lo dramático y sin traicionar el ideal sonoro de la pieza, que en cualquier caso suena algo apagada, con timbres muy tamizados. Para el Andantino Mustonen desvela con elegancia un tempo tranquilo y seguro, aunque algo plano. Las sonoridades parecen bien elaboradas, con un bello trabajo de las maderas. El Finale comienza sin demasiada agitación ni drama, el himno llega sin grandeza, aunque todo no deja de estar en su sitio. Pero no tiene "chispa". Modesta, habiendo más alternativas tampoco hay más que considerar que la curiosidad.

Interpretación: 5,5  Estilo: 7 Sonido: 7

Orquesta Sinfónica de Berlín
Kurt Sanderling
BERLIN CLASSICS (1971) - reeditado en BRILLIANT (2002)


La interpretación de Sanderling, sin desmerecer en su arte musical, es pálida, sin mucha fuerza y bastante alejamiento del estilo. Llega a ser en ciertos momentos hasta falta de alma. Desde luego al director no parecía que la partitura le entusiasmara más que como número a completar en su integral. El primer movimiento suena apagado, mustio, plano, sin emoción. Falla sobre todo el sentido rítmico que se le debe dar a la pieza. De la quema habría que salvar el comienzo de la reexposición, mucho más cuidada y con mayor sentimiento. En el segundo de nuevo existe un enfoque erróneo: demasiado rápido, casi como si de una danza se tratara, y sin separación tímbrica. Sin embargo la musicalidad en sí no es ajena a la calidad. En el tercero el scherzo es intrascendente, mientras que el himno más que himno se asemeja a una marcha a la Elgar. En fin, una opción no muy recomendable, aun a pesar de la ganga que supone comercialmente.

Interpretación: 5,5  Estilo: 6 Sonido: 6,5
Orquesta Filarmónica de Viena
Lorin Maazel
DECCA (1968)


La paleta orquestal de Maazel para con esta sinfonía es gruesa, de bordes imprecisos, indefinidos. Orquesta y director creen tocar Haydn o Mozart (a la manera de la Filarmónica), por lo que dan a la sinfonía un toque simple y vivo, lleno de sana alegría lo que de algún modo ("Junge Klassizität!") acaba por resultar por lo menos estimable. No obstante, los conceptos generales están muy equivocados.
El Allegro participa de la vivacidad, pero también de la distancia emocional, sin muchos contrastes anímicos ni instrumentales, con un toque anticuado que no que arruina las singularidades de la obra. En el Andantino se impone la noción de danza, con un ritmo moderadamente rápido, aunque los rubati y los ritmos nerviosos son adecuados, curiosamente muy adecuados. En el comienzo del Finale, los diálogos instrumentales se retuercen hacia lo grotesco, mientras que el tema hímnico parece apresurarse hasta convertirse en una marcha. La confusión de timbres hace que el tiempo, como la sinfonía entera, nunca salga del caos. Aunque es una lectura destacada dentro del ciclo, el ciclo en sí, como hemos dicho en anteriores ocasiones, suena demasiado envejecido y alejado.

Interpretación: 4,5  Estilo: 4 Sonido: 6
Gran Orquesta Sinfónica de la Radio-Televisión de Moscú
Gennadi Rozhdetsvensky
MELODIYA (1969-74)

Rozhdetsvensky incide muy correctamente en su aspecto rítmico, aunque es una partitura (como la de la Sexta) a la que conviene una orquesta más pequeña. El director ruso la inflama de fuerza y heroísmo, lo cual sin ser negativo hubiera convenido más a su Segunda que a esta partitura. El primer movimiento sobresale por su dramatismo, hondo en el segundo tema, lírico y casi trágico, pero la sonoridad es muy vasta, sin separación de timbres ni de contornos. El regreso del tema principal constituye un momento destacado, con unos bajos especialmente incisivos, pero todo se estropea un tanto por un segundo tema casi grotesco. La coda sencillamente no se ha entendido. Para el segundo tiempo, Rozhdetsvensky incide en sus errores, convirtiéndolo directamente en un scherzo bailable, con oscuras zonas de melancolía. El tercer movimiento ahonda en el error conceptual del timbre, creando una serie de amorfas sonoridades que logran desvirtuar por completo el sentido del comienzo del movimiento. Y así sucederá también en el himno, más dispuesto al efecto que a una verdadera culminación. A pesar de los excesos, no es una versión realmente mala, bastante superior a la media del ciclo del director del este, aunque dentro de la discografía de la sinfonía, es una candidata a seguir cogiendo polvo en las estanterías.

Interpretación: 4,5  Estilo: 3 Sonido: 5,5
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Capítulo 1 - Historia de la obra

Capítulo 2 - Visión general

Capítulo 3 - I. Allegro moderato (análisis) 

Capítulo 4 - II. Andantino con moto, quasi allegretto (análisis) 

Capítulo 5 - III. Moderato - Allegro (ma non tanto) (análisis) 

Capítulo 6 - Discografía (1) 

Capítulo 7 - Discografía (2)


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