martes, 15 de enero de 2013

Tercera sinfonía en Do Mayor opus 52 (1904-07): 7. Discografía (2)


Proseguimos con nuestra serie de grabaciones comentadas de la Tercera Sinfonía de Jean Sibelius, con el orden propuesto. A continuación situaremos las grabaciones que hemos valorado con una nota de nivel medio, muy igualadas entre sí. 



Orquesta Filarmónica de Nueva York
Leonard Bernstein
SONY (1965)


El maestro Bernstein ve modernidad en esta obra y la aplica, con ritmos de máquina y de gran precisión, una gran animación y un alma auténtica, aunque quizá no explore tanto sus posibilidades tímbricas. La interpretación sin duda es de gran altura, pero algunos errores de concepto la lastran.
El primer tiempo ofrece imágenes muy pictóricas, y sensaciones que vacilan entre un sano entusiasmo y un pesimismo muy finisecular. El enlace a la reexposición y la reexposición misma se animan hasta el júbilo absoluto, ahogado magistralmente por la vuelta del segundo tema, repleto de dolor. Muy acertada también la coda, con toques delicadísimos que alternan con grandes solemnidades. La animación prosigue con el segundo tiempo, uno de los más rápidos de la discografía, lo que afea del todo el registro. Bernstein construye casi una escena de ballet chaikovskiano, o una danza del clasicismo, si no fuera por lo evidentemente nórdico de algunas sonoridades. El comienzo del tercero en cambio permanece muy equilibrado, especialmente en la diferenciación de timbres y los efectos de textura. El tema final se plasma con gran elasticidad y belleza, y a su llegada definitiva de nuevo el director norteamericano le otorga una gran delicadeza, destacando los timbres de violoncellos y la huidiza nota del oboe, aunque de nuevo todo parece un poco apresurado, y la coda definitiva no es lo suficientemente afirmativa. Serie recomendable, aunque el particular, pese a lo esperable, no lo sea tanto.

Interpretación: 7,5  Estilo: 6 Sonido: 6,5

Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo
Sixten Ehrling
METRONOME RECORDS (1952) - FINLANDIA / WARNER MUSIC


Ehrling apuesta por sonoridades románticas para la pieza, haciéndola algo desproporcionada en algunos momentos, si bien el conocimiento del estilo y el alma nórdica dan muchos punto a esta añeja interpretación, que desde luego se revaloriza con el paso de los años. El primer Allegro propone un ritmo animado, y una buena disposición de su dramatismo, con buenos hallazgos tímbricos. La coda es sublime en verdad.  La elección del tempo del Andantino es la correcta, como su limpieza tímbrica (a destacar el melodismo de las cuerdas) y el sensacional ritmo implantado, todo teñido de la inexorable melancolía nórdica. El "caos" del Finale se afrenta con bastante calma, aunque no falta cierto nerviosismo subyacente, mientras que el himno llega con gran serenidad y esplendor, verdaderamente magnífico el sonido de las cuerdas suecas. Los últimos compases llegan a ser apoteósicos. Recomendable, 
dejando aparte a Kajanus, entre las versiones históricas.

Interpretación: 7,5  Estilo: 8,5 Sonido: 3,5 (mono)


Orquesta Filarmonía
Paul Kletzki
EMI (1955) / TESTAMENT / MEMBRAN / etc


En una de las escasas grabaciones después de la de Kajanus y antes de los 60, Paul Kletzki lleva la partitura al terreno del mejor sinfonismo centroeuropeo. El primer tiempo mantiene un enfoque grandioso, heroico, de mucho dinamismo y dramatismo, con detalles magníficos como el del animadísimo comienzo de la reexposición, de una alegría desbordante, casi mozartiana, o la sublime coda. Para el segundo tiempo elige un tempo no muy rápido, y hace de él un colorido intermezzo, sin darle quizá la importancia necesaria. En el tercer tiempo director suizo de origen polaco despliega de nuevo el gran sinfonismo, convirtiéndole casi en un poema sinfónico, con un himno de nuevo grandioso y con una pulsante interioridad.
Una versión quizá no del todo correcta en lo estilístico, pero sin duda de gran altura interpretativa.

Interpretación: 7,5  Estilo: 5,5  Sonido: 4,5  (mono)

Orquesta Sinfónica de Boston
Colin Davis
PHILIPS (1976)


El director británico conoce bien el concepto de esta sinfonía, y ha sabido plasmarlo adecuadamente. Denota sin embargo cierta palidez y frialdad, aunque dándole a la vez sobriedad, objetividad y sin personalismos, dejando hablar a la composición en sí, con muy buenos resultados pero no los óptimos.
El primer tiempo es abordado con un excelente buen hacer, seguridad y decisión en el tema principal, y lirismo y melancolía en el segundo, con tintes mozartianos en ocasiones, y buen sentido de la plasticidad sonora de la pieza en general, sabiendo sacar partido de los contrastes a la manera de un poema sinfónico, aunque la reexposición está poco explotada en este sentido. La sección de cuerda de la orquesta americana, brillante. El movimiento central llega con una velocidad muy adecuada y mucho refinamiento orquestal, en torno a unas hábiles flautas, todo bajo el paraguas de la melancolía, aunque falte la profundidad emocional de la que la partitura es capaz. El tercer tiempo muestra una gran serenidad y sentimiento de plenitud, lo cual no es indicado para el "caos" inicial, pero sí ayuda a hacer brillar el magnífico himno. Los metales en un par de ocasiones suenan algo descolocados, aunque finalmente se prestan a dar más brillo a la apoteosis final.
Una versión recomendable. Y recordemos: a un buen precio.

Interpretación: 7  Estilo: 7  Sonido: 7
Orquesta Filarmónica de Oslo
Mariss Jansons
EMI (1996)


Jansons apuesta por una sonoridad demasiado amplia, uno de varios fallos de conceptualización presentes en la grabación. Sin embargo, son muchos más sus logros puramente musicales, principalmente en los timbres nítidos y de belleza depurada y la energía vital que se transmite a toda la partitura. Quizá la orquesta sufra de tener un nivel inferior al del director. El comienzo del Allegro moderato puede pecar de parecer un tanto gesticulante, aunque al llegar el segundo tema impera el sentimiento a la indefinición rítmica que había lastrado la obra hasta entonces. En general la velocidad es más rápida de lo conveniente, aunque no llega a desbordar. El desarrollo se ha comprendido a la perfección, y el director letón deja brillar perfectamente los distintos planos tímbricos y formales. En la reexposición luce una alegría muy mozartiana, y en la coda una elegancia insospechada. La velocidad del Andantino ha definirse como correcta, moderada. Las maderas suenan en su sitio, con una mirada un tanto hipnótica, mientras que las cuerdas tratan más bien de seducir con su melancolía. Un buen trabajo con el pizzicato. El Finale comienza espectacularmente, con acumulaciones telúricas luchando entre sí por imponerse y contrastes muy bien manejados. El himno participa de la agitación del scherzo, sonando más dionisiaco que apolíneo, aunque no le falta del todo la elegancia necesaria. En suma como decíamos, con sus faltas, una buena versión.

Interpretación: 7  Estilo: 7 Sonido: 8
Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham
Simon Rattle
EMI (1985)


En esta sinfonía, el director inglés logra la que quizá sea la mejor interpretación de su integral, en general no de altos vuelos en el mundo sibeliano. Rattle se aproxima a esta obra con un toque de modernidad y valentía, lo que no hace sino devolverla en parte a su contexto, aunque en lo expresivo es algo fría, incluso desangelada en algunos momentos. En el primer movimiento despliega un gran interés por lo rítmico, con una vivacidad de gran precisión, de lo que se beneficia mucho la calidad de la interpretación, como también en los contrastes dinámicos, sabiamente explotados, aunque no siempre lo suficiente. De hecho se hecha en falta mucha más garra. Para el segundo tiempo Rattle elige un tiempo moderado, y acentúa su carácter de danza lenta, a medio camino entre un intermezzo y un scherzo, con las cuerdas brillando especialmente. Hay mayor cuidado por los timbres de los instrumentos, destacando el primer episodio y el comienzo del primer retorno del tema por su delicadeza. El tercer tiempo comienza con un scherzo en toda regla, con unos diálogos instrumentales realmente animados, y una acertada sensación de caos. La llegada del himno deja más que desear, y no se alcanza la elevación necesaria, con un tempo demasiado apresurado como para ser "plegaria a Dios". Con sus defectos, una versión para anotar, aunque como decíamos la integral no merezca tanto la pena.

Interpretación: 7  Estilo: 6,5 Sonido: 7
Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham
Sakari Oramo
ERATO-WARNER MUSIC (2002)


El Allegro tiene un excelente ritmo y colorido, bien compactado y firme, aunque quizá suene un poco distante. Muy destacable el toque quejumbroso de los celli en el segundo tema. El Andantino opta por un tempo algo lento, que quita gracilidad al primer tema, dándole al movimiento un aire mucho más oscuro y melancólico, aunque de destacable lirismo. En el Finale también hay cierto distanciamiento, equilibrado al explorar los contrastes dramáticos muy afortunadamente, y el nerviosismo rítmico con tensiones bien resueltas. Una versión muy correcta en lo estilística, de plena tradición finlandesa, pero que no tiene tanto interés en lo puramente musical, aunque el precio es de nuevo un gran aliciente.

Interpretación: 7  Estilo: 8 Sonido: 8,5  

Orquesta Sinfónica Nacional Danesa
Leif Segerstam
CHANDOS (1992) - BRILLIANT


La primera grabación en orden cronológico de Segerstam también parece la mejor de las dos en cuanto a calidad. El primer tiempo acentúa la languidez de algunos pasajes, suena algo distante pero gana en un sentimiento "legendario", emparentándola con algunas sonoridades propias de La hija de Pohjola opus 49, cuya génesis tiene que ver mucho, en efecto con esta sinfonía. La coda se imprime muy solemne, casi en exceso. El movimiento en general es bastante animado para lo que suele ser habitual en este ciclo de Segerstam, aunque desaproveche los contrastes de color con una orquesta más amplia de lo que sería ideal. El segundo movimiento prosigue con los aciertos y los fallos del primero, aunque hay que destacar la dulzura de las cuerdas. En el tercer tiempo vuelven a escucharse los sones legendarios del primero, acentuándose la solemnidad del "himno", cayendo en ocasiones en la liviandad y hasta en cierta confusión. Buen trabajo del metal.
Es una de las interpretaciones más valiosas del ciclo en Chandos, aunque no especialmente destacada dentro de la discografía de la sinfonía, sí la recomendamos de nuevo por su especial precio.

Interpretación: 7  Estilo: 7 Sonido: 7  


Orquesta Filarmónica de Helsinki
Leif Segerstam
ONDINE (2004)


Para la grabación de segunda integral Segerstam apuesta por un sinfonismo aún mayor, con resultados algo inferiores a la de la integral de Chandos como ya decíamos. El Allegro comienza con energía pero no con la decisión necesaria, el segundo tema es triste pero no lo suficiente. En el desarrollo se exploran los contrastes orquestales, con resultados caleidoscópicos, junto con un buen lamento del fagot y el resto de las maderas. El regreso del tema principal se aborda con algo más de decisión, pero no sin frialdad. La reexposición del segundo tema remarca su carácter fúnebre, mientras que la coda saca toda la fuerza posible del momento, con un bonito sonido de los cellos. El Andantino parece mucho mejor entendido, con la velocidad adecuada y refinadas coloraciones tímbricas, como el énfasis en los legati, y un lirismo muy acentuado. El inicio del Finale tiene mucha plasticidad y fuerza telúrica, con un acertado uso de las masas orquestales, al igual que sucede con la llegada del himno, que suena con brillo tanto como con corazón, un estilo muy acertado. Para el final de la sinfonía se remarca enfáticamente su gran solemnidad. Una versión, que va de menos a más, en suma a tener en cuenta pero no imprescindible.

Interpretación: 7  Estilo: 7 Sonido: 8   

Orquesta Sinfónica de Gotenburgo
Neeme Järvi
BIS (1984)


Järvi defiende una visión angulosa y dramática de la sinfonía, aunque no llega a sacar todo su jugo tímbrico. Una versión algo oscura, lo cual se ve incrementado por una toma de sonido no precisamente excelente. El primer movimiento ahonda en los contrastes trágicos y de intensidades, mientras que el segundo se deja llevar por la melancolía y por el recuerdo de antiguas sagas. Al comienzo del scherzo le falta agitación, dando cierta sensación pesimista, aunque nos lleva brillantemente a la resolución en forma de himno, que no obstante comienza de manera algo pesada, como lastrada por ese pesimismo del comienzo del movimiento. Una versión estimable pero no inolvidable, en cualquier caso mejor que la de su integral en Deutsche Grammophon, que comentaremos en el final de esta serie.

Interpretación: 6,5  Estilo: 7,5 Sonido: 6,5
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