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Antes
de comenzar el listado y comentario de las grabaciones de la Tercera Sinfonía de las que tenemos
conocimiento directo, hemos de apuntar un cuestión global sobre la discografía.
Y es que parece un hecho que la mayor parte de las mejores versiones se deben a
directores finlandeses y/o que conocen muy bien la obra y la estética
sibeliana, mientras que otros han pasado más rutinariamente por ella, o incluso
no la han grabado (posiblemente es la menos grabada de todo el ciclo).
Como ya comentamos, la especial dimensión de
esta "pequeña" sinfonía, lejos de la vistosidad de las demás, ha
hecho pensar a muchos que estábamos ante una obra menor, lo cual desde luego no
es cierto. La más clásica e internacional - hasta el momento de su estreno - de
las sinfonías de Sibelius contiene muchas claves íntimas que no se han escapado
a quienes conocer mejor el idioma sibeliano. Y cómo no, a sus compatriotas por
encima de los demás, aunque no sea la más "finlandesa" de todas. Esta
singular cuestión también se observará en la Cuarta y la Sexta.
Orquesta Sinfónica de Lahti
Osmo Vänskä
BIS (1997) - varias reediciones
Una versión perfecta en lo expresivo (con
una gran exploración de todos los contrastes), en lo sonoro (una orquesta sinfónica
de timbres bien definidos y jamás masiva) y en lo idiomático. Vänskä redescubre
la sinfonía para situarla entre los trabajos mejores y más originales el autor,
y con ello, sin dudarlo, merece estar en el olimpo de las interpretaciones de
la obra.
El primer movimiento empieza con una
energía muy concentrada, más interiorizada que exterior, y gran cuidado por el
equilibrio tímbrico. El segundo tema está lleno de una gran melancolía nórdica,
y el final de la exposición parece virtualmente perfecto con toda su delicadeza
y contraste. El desarrollo ofrece de nuevo un gran dramatismo al enfrentarse con
ese turbador estatismo, que se convierte en turbadora agitación a la llegada de
los motivos de aura, creando una expectación magnífica. Los solos de las maderas
suenan lejanos, como ecos de una realidad pasada. La transición al reexposición
y su entronque son ciertamente brillantísimos, como el resto del movimiento,
que gana por goleada en expresión al resto de las interpretaciones aquí
comentadas. La sonoridad de la coda, ancestral y de gran nobleza, engrandece
aún más el significado de la pieza. El segundo tiempo es hipnótico y con gran
poder de seducción. Mantiene el pulso tranquilo que exige el compositor - como
veremos algo no muy habitual en la discografía -, y se enuncia con una melancolía infinita y una sin
par belleza en los timbres, destacando las melifluas intervenciones de los
clarinetes (el instrumento del propio Vänskä). El primer intermedio nos lleva a
terrenos de gran profundidad y espiritualidad, mientras que la primera vuelta
del tema explora los rumores de la partes graves de la orquesta para desvelar
el verdadero carácter del pasaje, y su sonoridad atmosférica. El segundo
intermedio comienza muy callado y tranquilo, y va ganando en tensión con gran inteligencia.
El retorno del tema principal supone una vuelta a lo inexorable, y el director
finlandés da gran nobleza al pasaje. El tercer movimiento muestra todo su poder
pero de forma muy sutil y diligente, desvelándose como un sin par scherzo en
verdad. Los diálogos entre grupos instrumentales están cuidados al máximo, y de
nuevo la tensión nerviosa asegura la fuerza del pasaje. El tema hímnico se
desliza con toda la dulzura del mundo, y en su primera versión plena se
presenta con un porte aristocrático, pero cálidamente humano y esperanzador. A
través de sus distintas presentaciones Vänskä nos presenta todas las atmósferas
posibles, un universo completo a nuestra disposición, creciendo en
majestuosidad hasta el infinito. Lo único malo del movimiento es que se
acaba... En fin una versión sublime, si no la mejor posible - hasta ahora no
grabada -, sí acertadísima y sin duda muy cerca de la intención última del
compositor. Imprescindible. Si tienen que apostar por una única grabación que
sea desde luego esta, aunque no deberían tener muy lejos la de Kajanus.
Interpretación: 9,5 Estilo: 9 Sonido: 7,5
Orquesta Sinfónica de Londres
Robert Kajanus
EMI (1932) - FINLANDIA
El registro de Kajanus es histórico en
todos los sentidos: por constituir la primera grabación de esta sinfonía, por
su antigüedad y por representar una manera más que correcta el auténtico estilo
sibeliano. Muchos directores deberían estudiarla antes de lanzarse a hacer
versiones que traicionan el espíritu y la letra de la obra.
El Allegro moderato irrumpe con cierta
parsimonia, pero siempre cuidado el nerviosismo subyacente del ritmo,
nerviosismo que hace palpitar todo el movimiento, con multitud de rubati y
cambios de velocidad (que entra dentro del modo de dirigir del propio compositor).
El segundo tema apuesta por la fascinación de la oscuridad. Se logra una
atmósfera queda y muy hermosa en la coda de la exposición, mientras que el
comienzo del desarrollo opta por una rugosidad que contrasta completamente con
lo anterior. El comienzo de la reexposición es particularmente emotivo y
brillante, al igual que el final del movimiento, que juega con sensaciones
telúricas. Hay cierta irregularidad en la globalidad, pero sin duda muestra
también su capacidad dramática.
El Andantino opta por cierta ligereza, por
la fascinación de los timbres en conversación de maderas y pizzicati, y las
sonoridades de las cuerdas en los episodios (¡lástima de grabación antigua!). En
el Finale Kajanus opta de nuevo por las emociones más telúricas y primarias con
gran acierto. La entrada del tema del himno con el "aura" de fondo
debería ser un ejemplo para todos los directores de cómo afrontar las atmósferas
sibelianas. El mismo tema revela una gran nobleza y grandeza en manos del
histórico director finés. Y el clímax del movimiento se revela como un acto de
solemnidad y profundidad, para acabar en una coda de auténtica elevación
trascendente. También imprescindible.
Interpretación: 9 Estilo: 9 Sonido: 3 (mono)
Orquesta de Cámara de Europa
Paavo
Berglund
FINLANDIA
RECORDS / WARNER MUSIC (1998)
Berglund realizó tres ciclos completos de
las sinfonías de Sibelius en estudio, y todas ellas estarán entre lo mejor de
la discografía, aunque en en cada una de ellas habrá consideraciones muy
distintas, explorando distintas posibilidades. En este caso nos encontramos la acertadísima
sonoridad contenida de una orquesta de cámara, perfecta para esta sinfonía, con
una separación nítida de timbres que nos permite disfrutar plenamente de la
orquestación sibeliana. El director finlandés le da a esta obra aquí además una
gran expresividad por encima de otros aspectos, quizá oscureciéndola un tanto
pero al tiempo otorgándola la dimensión precisa.
El primer tiempo es decididamente
enérgico, con ese ritmo nervioso subyacente que piden las partituras sibelianas
muy bien amoldado al transcurrir de la obra, y que prosigue en el hermoso
lirismo del segundo tema, melancólico y profundo. El desarrollo muestra
plenamente qué sentido tiene su caleidoscópico diálogo instrumental, muy limpio
aquí, dando la máxima emoción - pero sin estridencias - al lamento de los
distintos solistas de madera. La reexposición llega con toda la expectación
posible y una formidable alegría vital. La coda con su aliento rúnico nos
remite al mundo ancestral de la Sexta
Sinfonía. El segundo movimiento tiene el tempo correcto, y el maestro
finlandés le da un toque muy dulce y melancólico. El primer intermedio llega a
unas honduras insospechadas (¡por supuesto, sólo posible con la lentitud
correcta!), y al segundo los matices precisos dinámicos y expresivos que la
mayor parte de los directores eluden. La última aparición del tema, con su
acentuación correctísima es de nuevo insospechadamente brillante. El caos del
tercer movimiento, peca un poco de prudencia, le falta algo de fuerza, si bien
de nuevo el diálogo instrumental es sublime. El tema hímnico roza lo sublime a
través de una elegancia sin par. Excelentes celli, aquí como en el resto de la
grabación. Gracias a la nitidez tímbrica, las sucesivas atmósferas que Sibelius
van creando se dejar sentir con plena intensidad. Aunque este sea quizá el
movimiento más débil, el final, algo contenido pero arrebatador, no deja dudas
de que estamos ante una de las mejores interpretaciones de la obra.
Absolutamente recomendable.
Interpretación: 9 Estilo: 8,5 Sonido: 7,5
Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa
Jukka-Pekka
Saraste
FINLANDIA
/ WARNER MUSIC (1995)
Gran ciclo el de Saraste, en directo, por
desgracia de poca difusión fuera de su país natal. Para esta sinfonía nos
propone una lectura muy estilística, incluso marcadamente étnica, con gran
precisión y buen entendimiento de la originalidad de la misma. En el primer
tiempo el ímpetu en lo rítmico es total, imprimiendo una agitación interna muy
valiosa, aprovechando al máximo las oportunidades instrumentales, en especial en
los contrastes de masas, con nitidez de
los timbres, así como el impulso dramático. Sólo apuntar un pero: quizá el
tempo sea un poco más rápido de lo necesario. El comienzo de la reexposición es
francamente brillante y emocionante, así como el segundo tema, con una fuerte entonación
rúnica, al igual que la coda, de una elevación muy especial. Para el segundo
tempo Saraste escoge proseguir con la aceleración inicial, pero muy lejos de
aplicar la ligereza en la que otros directores caen; el finlandés más bien nos
seduce con el poder hipnótico de la pieza, sus juegos tímbricos y sus sutilezas
rítmicas. A destacar la magia que imprime al segundo interludio, que parece
anunciar incluso el universo de colores nocturnos de Tapiola. La agitación en el caos del tercer movimiento es total,
una lucha próxima a lo titánico, mientras que el himno llega con la máxima
dulzura y bonhomía, y se prolonga con la majestuosidad de la aurora boreal, en una
verdadera explosión de fuerza y colorido. Muy recomendable.
Interpretación: 8,5 Estilo: 8,5 Sonido: 7,5
Orquesta Filarmónica de Helsinki
Okko Kamu
DEUTSCHE GRAMMOPHON (1972)
Kamu fue elegido por la Deutsche
Grammophon para completar el ciclo que estaba grabando Herbert von Karajan, su
mentor en el continente, quien careció de interés por las primeras sinfonías,
sobre todo, como ya hemos comentado, en esta Tercera. A cambio el director finlandés nos dejó un grupo
sensacional de registros que dan cuenta de su ya temprana categoría como músico
sibeliano - y aún tiene mucho que decir -. Esta grabación en particular respira
Finlandia por los cuatro costados, y
además posee una magia muy especial, siendo la más recomendable de entre las
más accesibles (y económicas).
El Allegro moderato incide en los
aspectos más rítmicos y heroicos de la pieza, sin perder nunca la tensión, con sonoridades
precisas y amplias, separación nítida de timbres, y un gran juego de las contrastes
y colores orquestales. Contiene algunos detalles fabulosos, como los pizzicati previos
a la coda. Para el Andantino Kamu apuesta por un tempo moderado, lejos de los
extremos, y una lectura insinuante y optimista, llena de sentimiento. En el Finale
el caos está bastante ordenando, aunque la palpitación es constante, ánimo que
se mantiene e incrementa con el bellísimo himno final, que suena especialmente
magnífico en manos del finlandés. Muy recomendable lectura, una de las mejores
en cualquier caso.
Interpretación: 8,5 Estilo: 8,5 Sonido: 7
Orquesta Filarmónica de Helsinki
Paavo Berglund
EMI (1984)
Para esta versión, Berglund avanza hacia un
carácter sinfónico más amplio de la obra, con sonoridades masivas, pero al
tiempo llega más hondo en su espiritualidad, con una visión sosegada y
profética, anunciando las sinfonías que vendrán tras esta Tercera. En el primer tiempo el ritmo apuesta por la sutileza,
aunque siempre permaneciendo bajo la superficie, animándolo todo, al igual que
los contrastes, muy lejos de caer en la teatralidad. Los colores son algo
pálidos, pero la Filarmónica de Helsinki parece estar en un momento estupendo.
Una coda magnífica. En el movimiento central Berglund toca el cielo, con un
tempo moderado, lleno de elegancia y melancolía, colorido sobrio pero enormemente
efectivo. De los más logrados de la discografía. El tercero empieza con un caos
muy ordenado, sin grandes conflictos excepto quizá en sus últimos momentos, mientras
que el himno hace asumir toda esa calma dándonos con unos instantes prodigiosos
de grandeza y sensibilidad. Quizá unos timbres más nítidos hubieran acercado el
movimiento al olimpo. En fin, una de las versiones más recomendables.
Interpretación: 8,5 Estilo: 7 Sonido: 7
Orquesta Sinfónica de San Francisco
Herbert Blomstedt
DECCA (1994)
El director sueco-americano desvela aquí
ser un formidable director sibeliano, en una sinfonía para la que hace falta un
verdadero compromiso con el compositor. Blomstedt reconoce a la perfección la
orquestación sibeliana y la atención a sus distintos planos sonoros de la
paleta orquestal, sus superposiciones y mezclas. Sin embargo, como ya hemos
dicho, a esta sinfonía le viene mejor una orquesta pequeña, que deje sonar a
los vientos plenamente. La mirada del músico tiende a realzar su sonoridad
nórdica, lejana y mística, pero al tiempo acierta a ver en la obra su carácter
clásico. Muy recomendada en muchos sentidos.
El Allegro moderato es animado, con un
excelente sentido del ritmo pero a la vez sereno, verdaderamente helénico en
sus proporciones. Sobresale una excelente sección de cuerda. El ritmo de nuevo
es el rey en el Andantino con moto, aunque mucho más lento de lo prescrito
Blomstedt ha sabido captar el pulso interior de la pieza. La sensación de nuevo
porta serenidad, a pesar de la agitación nerviosa y la melancolía del
movimiento. El tiempo final ahonda en las bondades de los otros dos (de nuevo
una sección de cuerda excelente), pero es algo más flojo, una intensidad y
compromiso mayor hubiera coronado una interpretación en cualquier caso
espléndida.
Interpretación: 8 Estilo: 8,5
Sonido: 8
Orquesta Sinfónica de Bournemouth
Paavo Berglund
EMI (1978)
Berglund redondea sus grabaciones de la Tercera con ésta, que acierta plenamente
con el concepto sonoro de la pieza, desde el primer movimiento, con su
explosión de colores inicial hasta el lamentoso tema de los violoncellos. Verdaderamente emocionante en su lectura, todo
bajo un ritmo agitado perfecto. Especialmente brillante es el desarrollo, que
en ningún momento pierde fuelle ni se abre a la dispersión. Los sonidos de los
metales apuntalan con grandeza el conjunto, que en los compases finales del
primer movimiento devienen en verdadera grandeza. El segundo movimiento nos
revela la esfera de la melancolía inexorable, muy pesimista pero al tiempo con
gran porte aristocrático y elegancia. Los timbres exultantes del primer tiempo
se dejan tamizar aquí por una neblina nórdica. Pero quizá se haya perdido un
tanto su devenir rítmico, apostando en su lugar por el sentimiento puro. La
seriedad parece que también ha afectado al scherzo, con un nerviosismo rítmico
de nuevo como rasgo definitorio. El himno arranca con pasión y solemnidad,
además de un destacado lirismo. La sobriedad se impone a cualquier efectismo,
dejando al final quizá demasiado contenido. En cualquier caso una versión
soberbia, aunque no perfecta.
EMI ha anunciado una reedición de este
ciclo el próximo mes a precio muy económico (cuatro cedés a menor precio que el
de un disco en lanzamiento), por lo que hay pocas excusas para que esta
grabación no forme parte de su discoteca sibeliana.
Interpretación: 8 Estilo: 8
Sonido: 7
Orquesta Sinfónica de Londres
Anthony Collins
DECCA (1954)
La versión histórica de Anthony Collins se
puede calificar en general de fantástica, , sin duda nos hace recordar la
excelente labor de los directores británicos incluso en los momentos más bajo
del sibelianismo. Aunque hemos de
ponerla varios peros. También demuestra que no siempre una grabación antigua -
como hemos dicho más de una vez la orquesta sibeliana mejora muchísimo con una
buena toma de sonido -, y fuera del ámbito nórdico deba ser necesariamente menos
estilística. Se trata de conocimiento y de devoción antes que de genes.
El Allegro moderato goza de un sentido
del ritmo excelente, además de un equilibrio muy adecuado en los bloques
sonoros, con timbres nítidamente separados y articulados (¡lástima del sonido
monoaural!). Además posee una emocionalidad sana y llena de dinamismo, con el
debido contraste hacia los colapsos depresivos de sendas apariciones del tema
secundario. El británico es de los pocos directores además que parece haber
entendido la importancia de las transiciones sibelianas, que nunca son banales,
como la del pizzicato antes de la coda, majestuosa y enérgica. Para el Andantino
Collins comete el error de apostar por una velocidad excesiva, aunque imprime
el mismo sentido de ritmo agitado del tiempo inaugural. EL director pone
énfasis en la diferencia entre las secciones, dejando un sabor más clásico. La
nitidez instrumental y de los planos sonoros continúa en el "caos"
del Finale, animado además por una turbación rítmica perfecta para la sensación
que el compositor buscó. "La plegaria a Dios" se impone como afirmación
absoluta, uno de los mejores momentos de toda la discografía de la pieza.
Interpretación: 8 Estilo: 8 Sonido: 4 (mono)
Orquesta Philharmonia
Vladimir Ashkenazy
DECCA (1985)
Maravillosa esta interpretación del
maestro ruso, llena de vitalidad, ritmo y sentimiento. Está pensada con un
sentido de sencillez y frescura, aunque el director impone su visión
melancólica y misteriosa. Quizá su único fallo es no haber cuidado la sonoridad
en sí, en parte, como ya hemos dicho, porque esta obra mejora considerablemente
en una orquesta no muy grande o incluso de cámara.
El primer movimiento tiene una gran
animación, verdaderamente una explosión de belleza, y a su vez con un toque
triste ocasional. En el segundo, de velocidad moderada, Ashkenazy ahonda en esa
tristeza, dando a esos hechizadores sonidos de las flautas, los clarinetes y el
pizzicato de la cuerda un sentido muy otoñal. El tercer tiempo comienza con una
gran fuerza telúrica, y un buen sentido del "aura" sibeliana, que
mantiene con fuerza y majestuosidad en el resto del tiempo. Recomendable,
esperemos que Decca lance de nuevo el ciclo a precio económico o medio, le
merecería mucho la pena.
Interpretación: 8 Estilo: 7 Sonido: 7
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Capítulo siguiente (7): discografía (2)
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