martes, 6 de noviembre de 2018

Rakastava (El amante) opus 14, [suite] para cuerda (1911-12): y 3. Discografía

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Finalizamos nuestra serie dedicada a Rakastava opus 14 (doble serie si incluimos la obra coral de origen) con un recorrido por unas cuantas grabaciones de la suite para cuerda. Se nos quedan fuera unas cuantas versiones raras de pequeñas orquestas de cámara, que muy probablemente aportarían poco en todo caso, o algunas que sí nos llaman la atención a priori, como las dirigidas por Boughton (destacable, a raíz de lo que podemos escuchar en Spotify), Szilvay, o Ashkenazy (dos registros diferentes). Sin embargo la siguiente lista comentada se nos antoja como referente para poder acceder a la magia de la partitura. Como ya hemos señalado, existen fundamental dos grandes grupos en esta discografía: por un lado las grabaciones de orquestas de finlandesas, tanto de los grandes especiales como conjuntos más modestos (pero siempre muy comprometidas con el sentimiento de la partitura), por otro los conjuntos británicos, que han incorporado con notables resultados la obra a su repertorio.
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Jaakko Kuusisto, violín
Ilkka Pälli, cello
Orquesta Sinfónica de Lahti
Osmo Vänskä 
-BIS (2002)

El director finlandés firma la gran grabación de la obra, no solo en cuanto a sus valores nítidamente sibelianos, sino por su expresión intensa, dura, heladora y dolorosa, al tiempo que amorosa y poética. Los de Lahti saben conjugar perfectamente la escritura instrumental de las cuerdas con cierta vocalidad de las mismas, dando un sentido intensamente lírico a la obra y una emoción delicada, detallista y pulcra, sin caer en sensiblerías vanas.  El primer movimiento es un maravilla de equilibro entre la serenidad melancólica y sus claroscuros dramáticos, con dinámicas ultradelicadas, de enorme sensibilidad. El segundo capta plenamente el sentido del moto perpetuo que exige la partitura, con los cambios mínimos muy bien reflejados por Vänskä. Todos los contornos y colores de la pieza se dejan sentir en su plenitud, y con su giro final perfectamente expresado. El tempo final vuelve a la cantabilidad y lirismo de la primera parte, con cada doliente apoyatura y acordes aumentados en primer plano. La sección central de este tercer movimiento es ejemplar, totalmente fiel a la letra y al espíritu de la partitura (lo que nos trae muy de cerca las sombras de la Cuarta sinfonía). La coda se sitúa en la cumbre emocional de la obra, anhelante y abandonada a la melancolía. Aunque quizá algún día pueda ser superada, Lahti y Vänskä son una vez más la mayor referencia de la música de Sibelius, y esta versión la más recomendable para la perfecta discoteca sibeliana.

Interpretación: 9  • Estilo: 9  • Sonido: 8


Orquesta de Cámara de la Ciudad de Espoo (actualmente Tapiola Sinfonietta)
Juhani Lamminmäki 
- FINLANDIA RECORDS (1989)

Grabación de la vieja escuela finlandesa, con el maestro Lamminmäki en una más que competente interpretación. El primer movimiento es languideciente, de una melancolía aguda y muy sentida. Las melodías cantan (de nuevo recalcamos la necesidad del "idioma", nunca mejor dicho, para apreciar los propios acentos musicales subyacentes en la obra) bajo una expresividad tímida y contenida, pero al mismo tiempo intensa. Esa intensidad se transparenta aún más en el segundo tiempo, donde el tema en mayor juguetea en un adecuado intercambio de pregunta y respuesta con la otoñal variante en menor. El tercer tiempo rescata el lirismo inicial, aunque la contención aquí pueda resultar un tanto excesiva, y el interludio algo desangelado. Pero los de Espoo vuelven a retomar con la coda su maravilloso arranque de grabación, con una pedales profundas y un contraste casi mágico (magnífico el ataque de las frases entre las secciones de la cuerda). Muy buena grabación, quizá algo difícil de adquirir en el circuito internacional, pero a los sibelianos les merecerá la pena la búsqueda. Muy recomendable.

Interpretación: 8  • Estilo: 8,5   • Sonido: 6


Orquesta de Cámara Ostrobotnia
Juha Kangas 
- FINLANDIA RECORDS (1993)

No hay dos sin tres, y en nuestro listado no podía faltar otro gran registro finlandés para culminar el podio, lo que nos da una buena visión de lo incorporada (en cuerpo y alma) que está la pieza entre las orquestas finlandesas, sobre todo las de cámara. Kangas da un toque sobrio y a la vez muy cantabile al primer movimiento, dotado además de un acertado y palpitante impulso rítmico, que también afecta con su urgencia y ánimo el segundo tiempo (ciertamente este registro es de los más rápidos), que sabe muy adecuadamente tratar el perpetuum mobile sibeliano y además diferencias los planos (el bajo en pizzicato se deja sentir con nitidez, así como el triángulo). Esta transparencia beneficia mucho el último tiempo, donde los solistas hacen honor a su nombre, y permiten dar al conjunto un toque de escena sin caer en dramas innecesarios. La sección central suena moderna, pero sin sequedades ni brusquedades (muy sibeliana pues). El final retorna intencionalmente al clima severo pero lírico del principio, con gran belleza por parte de los solistas. Todo en fin respira muy bien la partitura y su melancolía finlandesa, dando cuenta del buen hacer y la excelencia de los artistas locales. Recomendable.

Interpretación: 7,5  • Estilo: 8  • Sonido: 6,5


Real Orquesta Nacional Escocesa 
Alexander Gibson 
- RCA VICTOR RED SEAL / CHANDOS (1977) [varias reediciones]

El director escocés dirige una de las versiones más laudables de entre las ajenas a músicos británicos, con una interpretación que saben aunar los valores puramente armónicos de la pieza con su hondura sentimental. Quizá le sobre algo de finura instrumental, pero a cambio otorga un alto valor expresivo a la partitura. El primer tiempo es sereno, yendo con delicadeza del brillo del atardecer a arrebatos nostálgicos, que no desprecian ciertas asperezas dramáticas. El segundo es un vivo y animado scherzo con espíritu feérico y su agitación de lo invisible. Aunque Gibson tiende a dar una sonoridad de masa, los pizzicati de los bajos e incluso el triángulo aportan un gran color. El dúo final saca a relucir las ese dolor subyacente de la pieza, con las apoyaturas del cello bien subrayadas y el violín cantando con cierta pero efectiva libertad. El fragmento dramático final quizá debería haber llegado a más, pero el final acierta plenamente con una coda que une la nostalgia del arranque de la partitura con esta melancolía desolada que se adivina en el intercambio inicial entre solistas. Una versión atractiva, recomendable ciertamente.

Interpretación: 7,5  • Estilo: 5  • Sonido: 6,5


Virtuosi di Kuhmo 
Peter Csaba, violín y dirección
- ONDINE (1994)

Visión de nuevo nativa de la pieza, con afán muy musical, íntimo y natural. La primera parte se alza con gran pulcritud y serena contemplación, nostálgica pero muy lírica. El segundo tiempo tiene cierta textura staccato, que le da un aspecto frágil y extraño, tembloroso e intranquilo y, aunque un tanto extraño, lleno de color. El último movimiento opta por una dimensión más dramática, agitada e intensa, que se despliega por encima de la sobria elegancia de todo lo anterior, para terminar en una honda melancolía, que roza el desconsuelo en ocasiones. Una lectura límpida y hermosa, algo impersonal tal vez, pero sin duda muy disfrutable.

Interpretación: 7  • Estilo: 7  • Sonido: 7


Orquesta Sinfónica de Londres
Colin Davis
- RCA VICTOR RED SEAL (1994) - varias reediciones

Dentro la serie de grabaciones del ciclo sinfónico con la London Symphony, el maestro Davis nos ofrece esta melancólica lectura como un hermoso añadido. El primer tiempo es lento, de emoción contenida y casi etérea, de sonoridades amplias (quizá demasiado orquestales) que le dan cierto toque impresionista. El segundo en cambio tiene un devenir más adecuado, con un solista que se disfraza entre el rumor de fondo del scherzante y casi feérico tutti. En el final los solistas se sitúan en primer plano, pero aquí el fallo está en la excesiva parsimonia, una contemplación que convierte a la apoyatura de cello en una disonancia eterna, y así el intermedio aparece muy debilitado en su irrupción inesperada. No obstante este acaba adquiriendo tintes de nuevo muy sinfónico, no dejando muy atrás las vastedades de la Cuarta Sinfonía. Y esta sensación angustiosa acaba dominando todo el final de la pieza, espaciado y fragmentado entre los contrastes de los bloques sonoros, como si de un compositor más contemporáneo se tratase. Buena lectura, con el pero de parecer alejada de la pretensión del autor y con excesos de tempo y trascendentalidad, pero musicalmente efectiva y hermosa.

Interpretación: 7  • Estilo: 6  • Sonido: 7


Orquesta Hallé
John Barbirolli 
- EMI/HMV (1969) - varias reediciones

Iniciando la moderna era de grabaciones de la pieza, el registro de Barbirolli se atiene a su sonido otoñal y liviano, algo masivo para la pieza. El primer tiempo sin ser realmente lento peca de algo pesadez para ofrecer a cambio un toque sumamente melancólico, sin perder del todo el sentido de música de la pieza. El segundo se acerca al carácter de un intermezzo elgariano, separando de manera extraña las notas del trémolo, aunque la labor del pizzicato es de resaltar. Los solistas levantan el tono de la interpretación con su duetto (o su aria con eco), aunque el aletargamiento final le quita su impacto dramático. Una versión de buena musicalidad, pero quizá un tanto alejada del sentido sibeliano de la obra.

Interpretación: 6,5  • Estilo: 5,5  • Sonido: 6


Orquesta Sinfónica de Gotemburgo​ 
Neeme Järvi 
-BIS (1985)

La primera parte incide en el brillo de las cuerdas, con una sonoridad amplia y muy romántica, y contrastes climáticos realzados. El segundo tiempo acentúa de nuevo su carácter sinfónico y transcurre con un rápido scherzo, o incluso un intermezzo ligero. El movimiento final empieza con un dúo amoroso (o un aria con eco más bien), dejando cantar a los solistas, mientras que la sección intermedia es más "alborotada" que dramática. Los compases finales vuelven positivamente a la dimensión con la que empezaba Järvi su versión, dando un carácter algo más otoñal a la música. Una versión no muy destacable, agradable a ratos, pero demasiado extrovertida y poco "íntima".

Interpretación: 6  • Estilo: 6  • Sonido: 5,5


Academy of Saint Martin in the Fields 
Neville Marriner 
- DECCA (1977) - varias reediciones

El maestro inglés todoterreno, rey del repertorio camerístico, nos legó esta lectura un tanto ajena en lo idiomático, abstracta, pero cuando menos correcta. El primer movimiento expone un clima sensible, con curiosas diferenciaciones entre los registros y un cierto rubato. El segundo tiempo toma el aspecto de un incesante, casi minimalista scherzo, pero masivo y con un casi imperceptible cello solista. El tercer tiempo comienza su dúo apresurado y sin demasiado sentimiento. En cambio el interludio se muestra efectivo, de nuevo muy rápido pero con el drama justo. El final es simplemente nostálgico, sin la necesaria profundidad. En fin, Marriner y la emblemática Academy of Saint Martin-in-the-Fields puede hacer descubrir esta obra a quienes la encuentren en sus antologías (normalmente acompañadas por algún otro Sibelius popular o con Grieg), pero para quienes ya la conocen esta versión les dejará completamente fríos.

Interpretación: 5,5  • Estilo: 5  • Sonido: 6,5

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Versión original 


Jaakko Kuusisto, violín
Ilkka Pälli, cello
Orquesta Sinfónica de Lahti
Osmo Vänskä
-BIS (2008)

Vänskä y la Orquesta de Lahti nos ofrecieron en el estuche octavo de la Sibelius Edition de Bis la primera grabación absoluta de la versión "de París" (y posiblemente la única en un tiempo). Años después de grabar la versión editada, repitieron los mismo protagonistas, logrando alcanzar la misma altura (y quizá un punto superior incluso). La interpretación es sublime, dulce, lírica, nostálgica pero sin excesos, con atmósfera nítida, cristalina como hielo puro, con los solistas bien equilibrados... En fin, de no conocer la partitura final y gracias a este registro ya consideraríamos a Rakastava como una pieza orquestal genial. El director finés cuida toda la partitura con mimo, y le dota de una expresividad ciertamente intensa, pero sin caer el drama (a pesar del interludio que invita a la música al clima de la Cuarta sinfonía, quizá de forma más intensa que en el pasaje análogo de los pentagramas publicados). Una versión que todo sibeliano debe buscar, y no solo por la curiosidad del "original".

Interpretación: 9  • Estilo: 9,5  • Sonido: 8,5

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