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A
pesar de ser, como hemos dicho, una de las obras - la Suite al menos - más
célebres en su momento, Rey Christian II parece haber perdido el interés de los
directores con el tiempo. Un hecho incomprensible, dada su inmediato atractivo,
comprensibilidad y lirismo, que no tiene mucho que envidiar, por ejemplo, a las
suites de Grieg, como las de "Peer Gynt", con las que, por cierto,
formaría una excelente pareja. Pero los caminos de la fama de las obras de Jean
Sibelius han sido bastante poco explicables, y en su mayor parte vamos a dar
cuenta de sesiones debidas a los principales interesados por el mundo de
Sibelius.
Existen
grabaciones de todas la versiones de la obra, la música incidental completa, la
suite (que constituye el grueso de los discos presentados), la Canción presentada
aisladamente, así como los arreglos para piano (incluyendo la versión de la
canción para voz y piano).
Música incidental
completa
La
de Vänskä es la única grabación de la música incidental completa. Y es en
cualquier caso la mejor interpretación de la obra en cualquiera de sus
variantes. El maestro finlandés nos obsequia con una lectura apasionada sin
caer en el sentimentalismo y en excesos románticos, camerística sin perder de
vista sus posibilidades sinfónicas, intensa, cuidadísima, refinada en los detalles.
Sin rival por el momento, sólo un sonido mejor la habría hecho virtualmente
perfecta.
La
pieza se presenta separada entre las dos producciones del año 1898. La Elegía se mueve entre el
lirismo apasionado y una melancolía nórdica casi infinita, acertando de pleno
en el dramatismo que Sibelius pretendía con el diálogo entre el violín primero
y el cello. La Musette
en su versión para dos fagotes y dos clarinetes acentúa su carácter popular, y
al mismo tiempo muestra una agitación perfectamente sibeliana. El Minueto es un
prodigio del colorido orquestal, explorando los timbres brillantemente (única
grabación de este segmento en cualquier caso). La Canción equilibra bien la
voz noble del barítono con su acompañamiento, con un acertado uso del arpa.
Si
los cuatro números de febrero de 1898 son sensacionales, mucho más lo son los
tres compuestos en el verano siguiente. El Nocturno es sencillamente
apoteósico: bellísimo el cuidado y el apuntalamiento de la orquesta, el lirismo
extático de la cuerda, sostenido por una animación rítmica como si de verdaderos
latidos del corazón se trataran, y un sensacional contraste entre secciones, a
la vez la fluidez entre unas y otras. Lo mismo cabe decir de la Serenata. La Balada es quizá el
mejor número de la grabación, con sus nítidos timbres separados y su ritmo
nervioso, electrizante, a la vez que una fuerza épica justa para la pieza, sin
caer en la teatralidad pero al tiempo sin sustraer el drama como se hace en otras
ocasiones.
Absoluta imprescindible en cualquier discografía sibeliana que se precie.
Raimo
Laukka, barítono
Orquesta
Sinfónica de Lahti
Osmo
Vänskä
BIS
(1997-98) [también en Sibelius Edition vol. IV]
Interpretación:
9,5 Estilo: 10 Sonido: 7,5
Suite
La
lectura de Berglund es contenida, introspectiva incluso, sin dejar alas
excesivas al sentimentalismo pero muy eficiente. Es sin duda la más oscura y
esencialista, pero la ejecución es soberbia.
El
Nocturno sobrio y melancólico, dramático y sentido, buena comprensión del
ritmo. La Elegía
se muestra lenta y llena de nobleza y espiritualidad, quizá con una diplomática
distancia del sentimentalismo. La
Musette es seria, la Serenata contenida pero arrebatadora. La Balada
es brillantísima, con ritmos agitados y un electrizante desarrollo. Un clásico
que no hay que perderse.
Orquesta
Sinfónica de Bournemouth
Paavo
Berglund
EMI
(1970/78)
Interpretación:
8 Estilo: 8 Sonido: 6,5
Segunda
grabación de Järvi de la suite, dentro de la colorística serie sibeliana para
Deutsche Grammophon. Frente a lo que hemos comentado otras veces en otros
registros de la serie, en esta ocasión el azúcar y los brillos dorados que
saturaban otras obras aquí se convierte en un buen aderezo al romanticismo tan
propio de la pieza, que plantea con ambición, y llega a superar el reto.
El
Nocturno no sólo acierta en el color, sino también en la viveza y el ritmo intravenoso
que recorre la partitura, con unos bellos (y chaikovskyanos) pizzicati de los
bajos y un estupendo sonido de cuerda y viento. La Elegía suena muy hermosa,
aunque quizá demasiado sinfónica. La Musette impecable, más popular que
antigua. La Serenata se nos revela como movimiento de sinfonía de gran recorrido,
realmente fantástica, de contrastes muy acabados, como la hermosísima coda. La
Balada como era de esperar afianza ese sinfonismo espectacular, dando el broche
dorado a esta recomendable grabación.
Orquesta
Sinfónica de Gotemburgo
Neeme
Järvi
DEUSCHE
GRAMMOPHON (1996)
Interpretación:
8 Estilo: 7 Sonido: 9
Sakari, años antes de Vänskä, presenta una versión de la partitura para teatro que en realidad es la suma de la suite de concierto (con su correspondiente revisión y orquestación) más los números no incluídos en ella, como son la Canción y el Minueto, del que se anuncia efectivamente que es la "primera grabación". Aunque posee cierta frialdad, la interpretación es romántica y soñadora, muy adecuada para el espíritu de estas músicas, si bien el enfoque es más lírico que dramático. El Nocturno se manifiesta lleno de lirismo y de sentimiento, con unos violoncellos especialmente emocionados. La Elegía es melodiosa, aunque le falta ardor y dolor. La Musette tiene un tono muy scherzante y popular, con buena prestación de las maderas. A continuación el director finlandés inserta el Minueto, solemne, resaltando las sonoridades de los pizzicati, y con cierto aire histórico; y la Canción del Loco, con un barítono muy cantabile pero sin querer transmitir la tragedia que el texto contiene. La Serenata de nuevo contiene bellas propuestas de la cuerda, especialmente ligadas. La Balada carece de potencia dramática, y se centra más bien en el colorido de la instrumentación. Una buena versión, pero con un enfoque que no permite a la obra brillar con intensidad.
Sauli Tiilikainin, barítono
Orquesta Sinfónica de Islandia
Petri Sakari
CHANDOS (1993)
Interpretación: 7 · Estilo: 7 · Sonido: 7,5
Sakari, años antes de Vänskä, presenta una versión de la partitura para teatro que en realidad es la suma de la suite de concierto (con su correspondiente revisión y orquestación) más los números no incluídos en ella, como son la Canción y el Minueto, del que se anuncia efectivamente que es la "primera grabación". Aunque posee cierta frialdad, la interpretación es romántica y soñadora, muy adecuada para el espíritu de estas músicas, si bien el enfoque es más lírico que dramático. El Nocturno se manifiesta lleno de lirismo y de sentimiento, con unos violoncellos especialmente emocionados. La Elegía es melodiosa, aunque le falta ardor y dolor. La Musette tiene un tono muy scherzante y popular, con buena prestación de las maderas. A continuación el director finlandés inserta el Minueto, solemne, resaltando las sonoridades de los pizzicati, y con cierto aire histórico; y la Canción del Loco, con un barítono muy cantabile pero sin querer transmitir la tragedia que el texto contiene. La Serenata de nuevo contiene bellas propuestas de la cuerda, especialmente ligadas. La Balada carece de potencia dramática, y se centra más bien en el colorido de la instrumentación. Una buena versión, pero con un enfoque que no permite a la obra brillar con intensidad.
Sauli Tiilikainin, barítono
Orquesta Sinfónica de Islandia
Petri Sakari
CHANDOS (1993)
Interpretación: 7 · Estilo: 7 · Sonido: 7,5
La
primera grabación de Järvi sin duda tiene el encanto de toda las que realizó
para Bis, muy idiomáticas y coloridas.
El
Nocturno muy correcto, recogiendo toda la agitación interior de la pieza, con
un clímax a destacar. La Elegía es quejumbrosa y sentida en el color instrumental,
aunque algo mecánica en el ritmo. La Musette también desprende su potencial,
aunque el fagot no parece especialmente brillante en su solo. La Serenata
resulta la joya de este registro, con una sección de cuerda francamente
inspirada, mientras que la Balada es de nuevo correcta, pero algo mecánica.
En
fin, una grabación buena, aunque contenga varios puntos débiles , que hacen
preferir la segunda oportunidad de Järvi para con la obra, como hemos comentado
antes.
Orquesta
Sinfónica de Gotemburgo
Neeme
Järvi
BIS
(1984)
Interpretación:
7 Estilo: 7,5 Sonido: 6
Lectura la de Inkinen eficiente
pero de trazo algo grueso en ocasiones; poderosa, pero con falta de brillo y de chispa; idiomática
pero sin profundización real en el estilo y en la emoción de una obra tan
emocional, que aquí parece "cansada". El mejor número sin duda la Serenata, donde el
lirismo alcanza cotas superiores a la media. Recomendable por el precio, pero
sabiendo que hay opciones mucho mejores en cuanto a calidad. Pueden escuchar
esta versión en el post anterior.
Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda
Pietari
Inkinen
NAXOS
(2008)
Interpretación:
6,5 Estilo: 7 Sonido: 6,5
El
hijo político de Jean Sibelius nos dejó unas cuantas grabaciones de criterios
estilísticos impecables, muy de acuerdo con los deseos del compositor. Sin
embargo en el presente no podemos obviar que la baja calidad de la orquesta
quizá sepultó un tanto los logros interpretativos. El Nocturno brilla por su
intensa agitación interior e intensidad expresiva, al igual que la Elegía,
quizá algo rápida. La Musette es sin embargo poco brillante y un tanto mustia.
La Serenata vuelve al buen hacer del Nocturno, mientras que en la Balada se
explota el concepto de colapso en su sentido más profundamente sibeliano,
aunque le falte la "garra" necesaria. A la Suite propiamente dicha,
Jalas le añade una interpretación de la Canción puramente orquestal, lo cual en
lo puramente musical funciona sin dificultades pero quizá rompe el equilibrio de
la Suite y no la añade nada con su tono melancólico después de la contundente
Balada. Interesante más por lo histórico del director que por la calidad misma
de la interpretación.
Orquesta
Sinfónica del Estado Húngaro
Jussi
Jalas
DECCA
(1974-76, 1996)
Interpretación:
6,5 Estilo: 8,5 Sonido: 6
Gibson
es uno de los grandes campeones británicos de la música del finlandés, no
obstante en este caso no podemos hablar del alto nivel que en otras obras
presta a la música de Sibelius. El registro suena añejo, desigual y rutinario. El
Nocturno suena romántico, pero la sección de cuerda permanece algo fría y a
ratos desajustada. La Elegía contenida, con toque melódico pero no lo
suficientemente emotiva. La Musette se muestra correcta, sin mucho brío. La Serenata
es mucho más interesante, explorando sus posibilidades narrativas. La Balada en
cambio constituye una oportunidad perdida de lograr un mayor impacto, aligerada
para correr más que para vencer.
Orquesta
Nacional Escocesa
Alexander
Gibson
EMI
(1966)
Interpretación:
5,5 Estilo: 6 Sonido: 6
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Canción del Loco sobre la
araña: versión original con orquesta
Hynninen
es sencillamente la voz perfecta para Sibelius, y aquí, con el acompañamiento
sutil y romántico de Segerstam lo demuestra. Apasionada lectura, sin
teatralidad, pero con absoluto sentimiento y efectividad. La letra presenta una
traducción finesa debida a Aarni Koudan.
Jorma
Hynninen, barítono
Orquesta
Filarmónica de Tampere
ONDINE
(1994)
Interpretación:
8 Estilo: 7,5 Sonido: 9
Canción del Loco sobre la
araña: arreglo con piano
La
interpretación de Groop muestra cómo la canción funciona perfectamente fuera
del ámbito teatral, como canción de concierto, lejos también del registro baritonal original. La mezzo
finlandesa entona la canción con afectación y elegancia, seguridad, perfecta
dicción y gran lirismo. Muy recomendable.
Monica
Groop, mezzosoprano
Love
Derwinger, piano
BIS
(1994) (también en Bis Edition vol. VII)
Interpretación:
8 Estilo: 9 Sonido: 7,5
La
integral de Decca acertó a incluir el arreglo como una parte no secundaria del
cancionero sibeliano. Krause nos ofrece una visión lírica y no carente de
brillo de la pieza, nada teatral y con gran nobleza (aunque esto quizá no se
ajusta bien al sentido original de la pieza, pero se agradece musicalmente). El
piano de Gage pasa por demasiado discreto. Sin ser el mejor del mercado, este
registro sin duda eleva el nivel de la discografía.
Tom
Krause, barítono
Irwin
Gage, piano
DECCA
(1984)
Interpretación:
7,5 Estilo: 6,5 Sonido: 7
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Arreglo para piano de los
cuatro números de febrero de 1898
Gräsbeck
nos propone su interpretación dentro de la amplia integral de la Sibelius Edition de Bis, pero no por ello deja de cuidar cada pieza como única,
ofreciéndonos una lectura exquisita y de gran expresividad, haciéndonos olvidar
que se trata de un arreglo. La Elegía es atacada con una dulzura y una
melancolía infinita, con mucho cuidado por la cantabilidad que se pensaría
perdida por el trasvase de la cuerda al piano... El Minueto se toca con mucha
animación y una buena dosis de seducción, no dando por sentado que es el número
más "débil" de la obra. La Musette se agita como si de un auténtico
scherzo sinfónico se tratara. La Canción (aquí sin voz) también expone su lado
más mágico y sibeliano. Un registro difícilmente superable, aun teniendo en
cuenta la posibilidad de que haya muchos otros más.
Folke
Gräsbeck
BIS
(2006, 2008)
Interpretación:
9 Estilo: 10 Sonido: 8,5
Erik
T. Tawaststjerna, hijo del célebre biógrafo y amigo de Sibelius, lanzó la
primera (quasi-) integral del sello Bis, que aunque nos dejó lecturas pioneras,
su impericia técnica fue rápidamente rebasada en otros sellos y sobre todo por
la integral total de Gräsbeck ya dentro de la Sibelius Edition.
El
pianista finlandés acomete el arreglo sin la versión de la Canción y con un
técnica poco refinada. La Elegía requiere un uso mayor del legati, que
Tawaststjerna obvia, mientras que las danzas suenan quizá demasiado pianísticas
y poco animadas al tiempo. Habiendo otras alternativas, creemos que es innecesario
recomendar esta lectura.
Erik
T. Tawaststjerna
BIS
(1987)
Interpretación:
4 Estilo: 6 Sonido: 6
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También
ha grabado la pieza Loris Tjeknavorian con la Orquesta Sinfónica
de Londres (Regis, 2007), pero no hemos
podido todavía escuchar ese disco. Además existen algunas otras versiones
de la suite al piano o de la canción, pero a grandes rasgos la comentada aquí
es la discografía esencial.
De esta manera, finalizamos la serie dedica a "Rey Cristian II" opus 27 de Jean Sibelius.
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