martes, 5 de enero de 2016

"Svanevit" ("Cisneblanco"), música incidental para la obra de Strindberg JS.189 y Suite opus 54 (1908): 1. Historia de la obra

El genio musical de Jean Sibelius se unió al teatro de August Strindberg cuando en 1908 compuso la música incidental para su "cuento teatral" titulado "Svanevit" ("Cisne blanco"). Y aunque la obra del dramaturgo no se halla entre las más destacadas salidas de su fértil imaginación, la partitura del autor finlandés sí fue capaz de elevar la poesía y el ambiente mágico de la obra, dando lugar una música tremendamente evocadora y llena de una sensibilidad única. 

La historia de la música de escena se confunde con la historia misma del estreno de la obra teatral, y en realidad la primera llegó alentar hasta cierto punto que la obra conociera finalmente las tablas. La insistencia de la musa y destinataria de la obra, la actriz Harriet Bosse, a la sazón (segunda) ex-mujer de Strindberg, quiso que Sibelius compusiera la partitura para la obra, que en el propio libro se demanda en numerosas ocasiones (indicando además instrumentos y sonoridades muy concretas, como la del cuerno, el reloj, el órgano final...). El primer proyecto de estrenar la obra en Estocolmo para la temporada 1906-1907 no se llevó a cabo, y en realidad el compositor, sin nada concreto con lo que trabajar, tampoco rellenó hasta donde sabemos ningún pentagrama.

El Teatro Sueco de Helsinki compitió entonces por realizar ese estreno absoluto, y fue su propio director, Konni Wetzer, el que solicitó definitivamente la música para el montaje local. En julio de 1907 las noticias llegaron a Strindberg: "Sibelius está ahora componiendo la música de 'Svanevit' y está contentísimo", escribía a Bosse, urgiéndola así para adelantarse y realizar en Estocolmo ellos el estreno. 

En realidad el músico parece que no empezó a trabajar en la partitura hasta comienzos del año siguiente, pero ciertamente lo hizo con la alegría más que suficiente como para tener lista la composición para el estreno. Mientras, el teatro de Estocolmo había comenzado a ensayar la pieza con Bosse esa misma primavera de 1908, y le solicitaron a Lienau, el editor de Sibelius a quien cedería la obra, el permiso para estrenarla con ella, pero finalmente Strindberg desistió de la composición (desconociéndose la causa última de este hecho), y recomendando sólo el uso de toques de cuerno y una pieza de arpa del virtuoso Hasslemans. Sin embargo el montaje sueco se frustró, quedándose finalmente el teatro de Helsinki la exclusiva de la première absoluta.

El trabajo de nuestro compositor debió realizarse con intensidad en marzo de aquel año, tras su vuelta de una estancia en Londres (donde dirigió su Tercera sinfonía). Y lo hizo sin embargo bajo el fantasma de la enfermedad: a principios de años llegó a estar ingresado en un hospital de Helsinki, y para esas fechas aún sus molestias en la garganta eran continuas. Pero la peor de las noticias estaba por llegar.

Sin embargo el estreno de la obra con su música fue un gran éxito. Fue aquel 8 de abril, en el Teatro Sueco de la capital finesa, con la actriz Lisa Håkansson en el papel central, y propio compositor dirigiendo la partitura incidental. Refiriéndose a la pieza que acompaña al Príncipe solo (nº8 de la música incidental, el quinto de la Suite), el crítico del Hufvudstadsbladet, Wasenius "Bis", señaló: "nada es afectado, nada está refinado en exceso, todo es verdaderamente sentido, expresado en tonos tan simples y vibrantes que un niño podría conmoverse con ellos, y aún... la música de Sibelius es arte de altura".


La actriz sueca Lisa Håkansson (Taube de casada) (1880-1964), fotografía de 1899

La música estaba concebida para una orquesta de cámara, especialmente delicada y con numerosos solos (como los de violín). Sin números vocales, consistió en un conjunto de numerosas piezas breves, 14 números repartidos a lo largo de la obra, el más largo de los cuales dura en torno a los cinco minutos, pero que en su mayoría (quitando los toques de cuerno y un acorde describiendo el vuelo del cisne/madre del Príncipe) son partituras perfectamente completas y de profunda musicalidad. La música trasparente, de belleza etérea y pura, se enmarca perfectamente en el subperiodo de "Joven clasicismo" que también abarca la Tercera sinfonía.

La música, límpida y de una sencillez cristalina, pero con cierto toque místico, fue compuesta al parecer con cierta rapidez, pero sobrevive el fragmento de una versión preliminar del nº9 (conservado con la signatura HUL 1314). La parte para órgano o armonio en los números 13 y 14 no fue añadida a la partitura hasta poco después del estreno, no se sabe si por el propio autor o por su copista Gottfried Bjurha. No se trata sin embargo más que un añadido de color (demandado por el texto), que dobla el resto de las partes instrumentales.

Tras el éxito de la obra, que continuó durante mucho tiempo, Sibelius debió pensar muy pronto en crear una versión de concierto de la misma. Pero en aquel momento sufre uno de los mayores golpes de su vida: en mayo le fue diagnosticado un cáncer de garganta, de carácter en principio benigno, pero que debía de ser extirpado. A partir de entonces el genio nórdico vivió un auténtico calvario ante la cercanía de una posible muerte, y las diversas operaciones fallidas hasta que finalmente, en Berlín, un asistente del doctor Fränkel (el experto que sin embargo fue incapaz de lograrlo) consiguió extirpar el mal.

El estado psicológico de Sibelius estaba devastado. A pesar de que había evitado el envite frontal con la muerte, aún temió durante muchos años (aun toda su vida) que el cáncer retornara. Además, en esos primeros días no podía hablar, situación que temió fuera definitiva. Además el tabaco y el alcohol le fueron prohibidos, y esta vez sí se autoconvenció de abandonarlos, al menos durante unos cuantos años. Todo aquel estado mental devino en un cambio en su estética, en el color y la esencia de su música, inaugurando un "estilo oscuro" que traería como testimonio magistral de su dolor interno la Cuarta sinfonía.

No obstante su primer trabajo no daría cuenta aún de esa búsqueda espiritual y musical, sino que estará vinculada a su inmediato pasado, prácticamente sin esa sombra de la muerte: precisamente una nueva versión de "Svanevit". Todavía convaleciente, en julio de aquel año se puso a trabajar en la petición de Lienau en una partitura de concierto de la obra que conocía la popularidad en el teatro. 

Así, surge la Suite "Svanevit" de concierto (que llevará el número de opus 54). Satisfecho por la partitura, realmente volcó casi toda la música a la Suite, dejando sólo los toques de trompa (nos. 1 y 3, que en realidad son las mismas notas), y dos números que estimó como más atmosféricos y menos aptos para la sala de conciertos (el 7 y el 12). Sí incorporó el cambio el lohengriano acorde del cisne en los compases iniciales del primer número. También fusionó en dos ocasiones dos números separados en uno, y amplió la orquestación (suprimiendo el órgano, pero añadiendo algunas maderas, dos trompas, y significativamente castañuelas y un arpa, instrumentos que se citan en el texto teatral). 



La música de la Suite por tanto viene a ser a grandes rasgos idéntica al original, pero algunos pasajes los reelaboró, y suprimiendo además algunos compases y sobre todo desarrollando otros, dando origen a una composición ciertamente con más identidad, menos fragmentado. En esas ampliaciones como en ciertos toques de la instrumentación se perciben ciertos procedimientos de fragmentación y "oscuridad" propios del periodo estilístico que ahora se inaugura. Aunque el material en rasgos generales se respeta, algo se perdió en el camino, y la cristalina y feérica instrumentación original queda algo matizada con la orquesta sinfónica definitiva. En el próximo post, que dedicaremos a analizar la partitura, daremos cuenta de las diferencias específicas entre ambas redacciones de "Cisneblanco".

Lienau pensó en una versión pianística, pero el autor no cumplió esta labor y, aunque inicialmente el editor pensó en Selim Palmgren para la labor, finalmente la tarea recayó en el berlinés Johannes Doebber (1866-1921), compositor más recordado precisamente por sus numerosos arreglos y adaptaciones pianísticas, que realizó una versión de cuatro números de la suite.

El estreno de la Suite opus 54 tuvo que esperar al 8 de octubre de 1910, a una gira que llevó al músico finlandés a Kristiania (la actual Oslo), donde el propio compositor dirigió a la Orquesta del Musikforeningen. No obstante tampoco interpretó entonces toda la Suite, dejando fuera dos números. No deja ser curioso que este uso de no interpretar la obra completa haya pasado a grandes directores sibelianos, como Beecham o Berglund, en sus registros discográficos.

Mientras, la música incidental siguió acompañando numerosas reposiciones de la obra de Strindberg. En agosto de 1912 la partitura sonó en una producción en alemán del Deustches-Theater de Berlín (ocasión que el compositor aprovechó para hacer algún mínimo cambio en unos pocos compases). Pero fue en Finlandia donde la obra teatral y la música de Sibelius, en perfecto binomio, gozaron de un especial éxito, mientras que en la Suecia natal de Strindberg se convirtió en una obra olvidada. Con motivo de  una producción de 1921, Hjllmar Lenning explica el hecho de manera muy clara: "una circunstancia que ha contribuido enormemente a hacer Cisneblanco popular en Finlandia es que Jean Sibelius escribió música elegante y bella para la obra, que apoya y enfatiza aún más la atmósfera poética".


Ruth Snellman (hija de Jean Sibelius) como Cisneblanco y Urho Seppälä como el Príncipe, 
en una producción de la obra en el Helsinki de 1930

A pesar de este éxito, no fue hasta los años 9o que se registraría la primera grabación de la partitura original. La suite sí ha conocido numerosas grabaciones, desde época histórica con el compositor vivo, hasta tiempos más recientes aunque, como antes apuntábamos, algunas de ellas no incluyen todas las piezas de la misma.

Dedicaremos nuestra próxima entrega a analizar la música de esta obra, tanto en su original teatral como la suite de concierto. Un tercer post dará cuenta de la discografía de ambas versiones.
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Siguiente capítulo (2): análisis
Último capítulo (y 3): discografía

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