miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cuarteto de cuerda en re menor opus 56 "Voces intimae" (1909): (y 7) Discografía


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Finalizamos esta serie dedicada al Cuarteto "Voces intimae" con un recorrido de las principales grabaciones. La discografía del cuarteto es, como en el caso de otras obras del compositor, cuando menos peculiar. La partitura era parte del repertorio de muchos grandes cuartetos hasta la Segunda Guerra Mundial, especialmente durante la explosión de popularidad de los años treinta (de entonces data, por ejemplo, una grabación del Nuevo Cuarteto de Budapest que por desgracia no hemos podido incluir en este post). Pero con el descrédito post-adorniano, el interés devino en exclusivo entre los círculos habituales del músico nórdico. Esto es, como veremos con prácticamente toda la discografía que comentamos (que es aproximadamente entre ocho y nueve décimas partes del total), las grabaciones se circunscriben a conjuntos nórdicos, como es esperable sobre todo finlandeses, por una parte; por otra, conjuntos de países anglosajones. También podemos encontrar desde cuartetos casi amateurs, o de pocas ambiciones, hasta a algunos de los más grandes conjuntos de las últimas décadas.

Podemos también ofrecer una perspectiva general sobre la forma de afrontar la partitura en cuanto a la expresión. Existen dos vías de hacerlo, una intimista, lírica y contenida - como la del Cuarteto Melos -, y otra más dramática, pesimista e intensa - como la del Julliard -. Ambas opciones son válidas respecto a las intenciones del compositor para con esta obra, aunque puede resultar llamativo cómo los intérpretes han visto las posibilidades para optar por una o en otra. En cualquier caso, como hemos recalcado en otras discografías (y lo haremos en futuras) creemos que la mejor versión está todavía por venir.


Cuarteto Melos
HARMONIA MUNDI (2000)


La del cuarteto Melos es una grabación formidable de la obra, que parte del hecho del entendimiento de la dimensión de la obra, su sentimiento íntimo sin sentimentalidad, su dramatismo y pesimismo sin estridencias. Y lo hace además aportando, como haciendo honor a su nombre, un tinte especialmente melódico a la obra.
El Allegro molto moderato se instala en el lirismo y ternura, y el drama sutilmente insinuado, pero sin asomo de teatralidad. El mejor trabajo del cuarteto está en la clarificación del entramado contrapuntístico, lo que sin duda va muy bien con la intención del autor. Se ahonda en ese contraste de texturas aún más en el Vivace, dejando al oyente una sensación inquietante, de nuevo adecuada a la perfección con la partitura, que además cuenta con una expresión cuidada, abordada desde el punto de vista más lírico posible. El Adagio di molto
resulta sencillamente maravilloso, y constituye el centro de gravedad tanto de la obra como de la interpretación, dando a entender la pluralidad de emociones que dan título a la obra como un debate interior en el que no existe un vencedor, sino una sumisión ante la gravedad del destino. El conjunto traduce el movimiento como una elegía, y establece conexiones muy acertadas con los últimos cuartetos de Beethoven. El devenir dramático entre movimientos también está muy logrado, y la aparición del Allegretto como una danza oscura (más vals finisecular que minueto fáustico) nos devuelve al drama que parecía ahogado en los últimos maravillosos compases del movimiento lento, y que aquí llega al paroxismo. El Allegro final ataca en el mismo sentido, de nuevo con un excelente dibujo del tejido polifónico y los contrastes dramáticos, dando además pleno sentido a las auras sibelianas. Una grabación magnífica, a ratos incluso sublime. Obligatoria en su cedeteca sibeliana.

Interpretación: 9,5  Estilo: 8  Sonido: 7,5


Cuarteto Tempera
BIS (2007) - [también Sibelius Edition vol. II]


Bis apostó por grabaciones nuevas, efectuadas ex proceso, para su integral de la obra de Jean Sibelius en su apartado de partituras cuartetísicas. Para ello preparó el registro con un joven cuarteto local, el Cuarteto Tempera, constituido exclusivamente por mujeres. Pero no prejuzguen al consorcio como fruto de un nativismo o de una cuota femenina: la música habla por sí misma, y la grabación demuestra que sin duda la partitura es la absoluta protagonista, bajo una interpretación realmente formidable. El mimetismo con las notas escritas por Sibelius es tal que llega a equilibrar a la perfección las opciones lírica y dramática, rotuladas al principio del post casi como antagónicas. Sin duda el sello sueco ganó su apuesta, dejándonos uno de los mejores discos del mercado.

El movimiento inicial, en su tempo justo, nos muestra un amplio abanico de sensaciones, desde el delicado y hondo diálogo inicial hasta los clímax más intensos, con un gusto exquisito por el detalle y por los colores instrumentales, que hacen sentir una variedad tímbrica casi orquestal, sin perder nunca la dimensión cuartetística. El segundo movimiento es tremendamente ágil, vertiginoso incluso, vibrante en cualquier caso, golpeando la percepción del oyente con su caleidoscópico impacto. El tercer movimiento revela todo su potencial emocional: el detalle de nuevo es cuidado al máximo, pero sin llegar a manierismos, y cada pasaje explora todos los sentimientos en él contenidos: melancolía, tristeza, frustración, anhelos, nostalgia, contemplación de la belleza, pesimismo, redención... Hemos de estar atentos siempre a momentos sublimes como el del solo "en aura" del primer violín, que deja sin respiración, como las polifonías tan bien delineadas, sin confusión pero al tiempo transmitiendo  la sensación de falta de dirección que pide el compositor, o como el glorioso camino hacia la coda. Sublime. El cuarto movimiento impone toda su fuerza, y se desvela sin duda como mejor de la discografía, con una intensidad que llega al estremecimiento, entre el árido y arrollador minueto y el fatídico vals, con torbellinos plasmados con gran capacidad pictórica. El refinamiento y el detallismo del Finale permiten que brille con toda intensidad, y que la multitud de elementos dramáticos quede perfectamente integrada en un fresco y apocalíptico huracán de energía. De nuevo el mejor de la discografía. La coda, diabólica, es una carrera al abismo, y los últimos acordes nos pueden dejar temblando, permaneciendo largo tiempo en nuestra memoria.
Recordamos además que el disco presenta la única grabación hasta ahora de la coda original, a modo de anexo, coda que Sibelius sustituyó para su publicación.
Pocos peros, más allá de la prudencia ante la exageración, podemos poner a este registro. Referencia obligatoria, y quizá primera opción para quienes demandan escuchar antes la obra en sí que una interpretación de la obra.

Interpretación: 9  Estilo: 9,5  Sonido: 8


Cuarteto Julliard
SONY (1990)


El cuarteto americano nos propone una lectura moderna y muy centrada en las posibilidades expresivas de la partitura, con aspiraciones hacia lo más trascendental y espiritual de lo que puede dar de sí la obra de Sibelius, dando tono muy oscuro y pesimista, de sonoridades amplias y muy emotivas.
El primer movimiento tiene siempre un toque trágico, ahogado y hasta pálido, desbordando el dramatismo contra cualquier complacencia en su lado más lírico. Los integrantes del cuarteto están perfectamente conjuntados, compartiendo una misma visión de la partitura. El segundo tiempo posee una cualidad furiosa, casi diabólica, a ratos dura incluso. El tercer tiempo ahonda en la sensación de desolación, creando un clima casi sobrenatural y fantasmagórico, próximo a los últimos cuartetos de Beethoven, con toques de dolor profundo y caminos hacia lo inexorable. De gran intensidad es la voz solitaria del violoncello antes de la coda del movimiento, que se ve incapaz de contrarrestar tanto sufrimiento callado. Para el Julliard el cuarto movimiento describe una escena de baile casi de relato de Poe, contrastando la rigidez del tema principal con las auras espectrales que lo rodean, que se transforma en recuerdo nostálgico en la vuelta del tema. El Finale lo es en el pleno sentido de la palabra, con un poderío casi sinfónico, sentenciador y fatídico. Una excelente versión, más que recomendable. 

Interpretación: 9  Estilo: 7  Sonido: 7
  
Nuevo Cuarteto de Helsinki
FINLANDIA RECORDS (1997)

Una lectura pasional, muy estilística y apreciable, a pesar de la modestia del cuarteto. El amor a la partitura se hace patente, y se eleva mucho por encima de sus a priori limitaciones. En la línea dramática, tienen poca cabida sus "intimidades", pero la lectura es francamente buena y plenamente idiomática.
El Allegro molto moderato es melancólico, sentimental pero sentido, de un dramatismo algo turbio pero más que efectivo. El Vivace es muy ágil, lleno de nerviosismo sibeliano, junto con un buen dibujo de "auras" y de los expresivos silencios de la pieza, importantísimos. El Adagio vuelve al drama, sentimientos desbordados que no obvian el lirismo, con momentos muy intensos, realmente soberbios. Los compases finales verdaderamente catárticos. El carácter del Allegretto es modélico, con su minuetto mefistofélico luchando contra el vals desvanecido y appasionato, y de nuevo las auras bien dibujadas y asumidas. El Allegro final, intenso y hasta furioso, ciertamente sensacional, es capaz de dejarnos sin aliento con su fuerza y su poder. Una grabación inesperadamente grande. Más que recomendada.

Interpretación: 9  Estilo: 8  Sonido: 7


Cuarteto Emerson
DEUTSCHE GRAMMOPHON (2004)

Lectura moderna y llena de elementos sibelianos la que nos propone este conjunto americano, que entiende la pieza como una obra de carácter trágico y grandioso, lleno de conflictos intemporales, resaltando los aspectos más avanzados del cuarteto, aproximándolo de hecho al último Beethoven tanto como a sus contemporáneos europeos. A destacar su trabajo rítmico, lleno de agitación y tempi acelerados (una de las interpretaciones más rápidas de la discografía). Sólo denotar cierta frialdad en ocasiones, por querer marcar distancias con lo romántico, algo de lo cual no hay que prescindir nunca del todo en Sibelius, incluso en las obras de este periodo, por definición anti-románticas.
El primer movimiento es agitado y nervioso, con una sensación de desasosiego total y una pena profunda. Las sonoridades son amplias, incluso a veces orquestales, lo cual puede percibirse también en el segundo tiempo, lleno de fuerza telúrica. El tercer movimiento tampoco deja instantes para el descanso, acentuando sus debates internos, y llegando a momentos de gran dramatismo. El cuarto tiempo apunta a una danza finisecular, llena de contrastes emocionales, desde la rigidez de sus inflexiones iniciales de minueto hasta las lágrimas de un delicado vals que asoman en algunos compases. El final de nuevo apunta a un mundo más orquestal, con un excelente juego de las distintas masas sonoras, y un buen tratamiento de los aspectos rítmicos. Los últimos compases nos deja finalmente con la misma sensación de desconsuelo que brilla a lo largo de esta interpretación. Muy recomendable, en especial para los que busquen al Sibelius más avanzado.


Interpretación: 8,5  Estilo: 8  Sonido: 8
Cuarteto Guarnieri
PHILIPS (1989)

Uno de los clásicos absolutos de la discografía del cuarteto, con una lectura también moderna pero refinada, repleta de drama pero sin teatralidad, de sonoridades audaces pero sin perder sentido lírico ni sentimientos benignos. En fin, una lectura que entresaca muchas de las posibilidades del cuarteto, aunque algunas de las peculiaridades del estilo de Sibelius en general no se ven reflejadas en la partitura, lo que hace perder parte de su efecto.
En el Allegro molto moderato se aborda con delicadeza los conflictos internos, acentuado las irregularidades y los contrastes de los diferentes temas y motivos musicales, así como de los distintos planos instrumentales, logrando un importante efecto dramático. En el Vivace se cultivan los mismos elementos, dando como resultado un movimiento audaz y de gran modernidad, lleno de sorpresas, que nos deja un poso turbador. El Adagio di molto evita cualquier complejo romántico, y de nuevo explora sus cualidades avant garde y sus sentimientos encontrados, sin prescindir del lado más cantabile, y acentuando además esa sensación de inquietud que recorre toda la interpretación de los Guarnieri. El Allegretto se plantea temeroso, sin mucho carácter de danza, lo que transforma la dimensión de lo dionisiaco y oscuro en Sibelius en una vacilante oscuridad. El Allegro final parece volcar todo el drama de los movimientos anteriores, precipitando toda la energía contenida, aunque quizá algunos momentos habrían sido mejor manejarlos con mayor rotundidad. Muy recomendable también.

Interpretación: 8,5  Estilo: 7  Sonido: 7,5

Cuarteto Jean Sibelius
ONDINE (1991)

Registro correcto, con gran conocimiento del mundo sibeliano y de la partitura - aunque la elección de los tempi sea bastante subjetiva -, aunque la modestia del conjunto no haya permitido el milagro.
Una introducción muy lenta da paso a un allegro en cambio bastante rápido, contenido, que incide en lo lírico, con un constante clima de expectación e inquietud. Quizá algo más de drama no le hubiera venido mal. El segundo tiempo sobresale más, sus ritmos nerviosos y su emoción le dan un toque algo extravagante. En el movimiento lento (más lento de lo habitual) el cuarteto finlandés hace su mejor contribución, con un canto hermoso e intenso, lleno de la magia que imprimía Sibelius a los instrumentos de cuerda, con nostalgia incluso. Los legati son destacados, así como el cuidado que ponen de nuevo en el ritmo, aprovechando el valor de las síncopas tan características del autor. El cuarto movimiento sigue muy fielmente las intenciones del autor para con este tiempo, con un minuetto delicado, un vacilante vals, y el uso turbador de las auras y los momentos de desconcierto. El quinto movimiento se ajusta también a las intenciones del autor, con su agitación constante y sus contrastes de atmósferas y de ánimos, si bien falta quizá la fuerza necesaria... Recomendable por su innegable sabor nórdico, pero no podemos situarla entre versiones de "sobresaliente".

Interpretación: 7  Estilo: 8,5  Sonido: 7

Cuarteto Voces Intimae
BIS (1974, 1988)

El cuarteto finés que coge su nombre precisamente de esta pieza, en una de las grabaciones pioneras del sello sueco. Sin ser un conjunto demasiado conocido internacionalmente, no carece de calidad, y en esta grabación hace un buen trabajo, con modestia, pero aportando una lectura muy estilística, apasionada y teñida en especial de una oscuridad y un pesimismo intenso y arrebatador. El Allegro molto moderato posee un buen sentido dramático y momentos de gran intensidad, sólo atenuados por cierta falta de técnica. El Vivace acierta plenamente en cuanto a velocidad y al carácter de la pieza. El Adagio di molto imagina una escena romántica, sentimental pero con anhelos de profundidad y un gran pesimismo nórdico. El primer clímax mantiene una dimensión casi orquestal, y un torbellino de sensaciones extrañas en el pasaje imitativo. El Allegretto posee una formidable sensación de oscuridad, de evocación triste de una danza del pasado. El movimiento final adquiere de nuevo una dimensión cuasi sinfónica, y sones aún más fatalistas e intensas carreras hacia el abismo. Desigual pero estimable versión.

Interpretación: 7  Estilo: 7,5  Sonido: 6

  

Cuarteto Tetzlaff

AVI-SERVICE FOR MUSIC (2010)

El cuarteto Tetzlaff (su primer violín, Cristian Tetzlaff nos ha dejado otras brillantes interpretaciones sibelianas) entresaca la dimensión más moderna, vanguardista incluso, de la obra. Con un notable contra: cierta desorganización de partitura y equilibrio instrumental. Muy desigual en cuanto a estilo, con ritmos nerviosos y buena limpieza tímbrica pero quizá demasiada modernidad (el disco se acompaña de un cuarteto de juventud de Schönberg). Desde el primer tiempo el cuarteto opta por una lectura trágica de la obra, explotando los contrastes dramáticos al máximo y cuidando los detalles, aunque lo hacen a costa de cierta sensación rapsódica o improvisatoria. El segundo tiempo se ve más beneficiado de esta exploración, dándole un aspecto muy especulativo y contemporáneo. El tiempo lento huye de fantasmas románticos para alcanzar una visión más mística y dolorosa, próxima en ocasiones al último Beethoven, cuando no a un Bartók o un Shostakovich, con la desolación como sentimiento general, aunque con grandes zonas de serenidad más clásica. En el cuarto movimiento el conjunto pasa de puntillas por el planteamiento del tema para concentrarse en los turbadores desarrollos y fragmentaciones del tema, con buenos diálogos entre instrumentos, y un final de movimiento avasallador. El quinto movimiento tiene un enfoque aún más dramático, no dejando tiempo para el respiro. Una versión muy interesante, que muestra las muchas lecturas que tiene la pieza, aunque tenga algunos puntos bajos.

Interpretación: 6,5  Estilo: 7  Sonido: 8

Cuarteto Gabrieli
CHANDOS (1989)

El Cuarteto Gabrieli aporta una mirada un tanto repertorista en esta grabación, de gran profesionalidad pero sin una profundización real en el mundo sibeliano. A veces incluso denota cierta frialdad, en cualquier caso siempre entonando con elegancia y cierto porte clasicista, casi aristocrático, y un enfoque muy intimista, que desde no le va del todo mal al cuarteto.
El Allegro molto moderato comienza con un melancólico diálogo, transformado en anhelo no realizado al entrar el cuarteto al completo, todo bajo sones apianados y un clima de gran tristeza, en los que sólo a veces deja escapar cierta tensión (un ritmo en ocasiones demasiado constante impide dar más emocionalidad). El Vivace posee cualidades de scherzo, lleno de juegos rítmicos y tímbricos, quizá algo ligero. Está claro que el cuarteto británico ha puesto en el Adagio di molto el centro de gravedad de su registro, ahondando en sus profundidades con una mirada lírica, muy melancólica, no exenta de algunos arrebatos pasionales, aunque de nuevo la monotonía rítmica afecta a su potencial dramático. En el Allegretto aunque a veces la música suene bajo cierta rigidez clásica, asoma intranquilidad y espíritu pesimista, aunque no llega a constituirse el drama necesario. El Allegro final busca el drama, enfrentando los momentos de mayor intimismo con escapadas hacia la desesperación, y de nuevo el conjunto parece querer poner toda la carne en el asador. Estimable simplemente, pero hay varias versiones más recomendables.

Interpretación: 6  Estilo: 6,5  Sonido: 7

Cuarteto Coull
SOMM RECORDINGS (2008)

Una interpretación algo plana y académica. El cuarteto no capta la profundidad de la pieza, aunque hay que decir a su favor que lo aborda con seriedad, y sin duda con devoción al compositor.
En el primer tiempo se intenta explorar los contrastes espaciales entre instrumentos, mientras que la expresión está muy contenida. Al cuarteto inglés parece que se le dan mejor los movimientos rápidos: el segundo acierta en su velocidad, así como en dejar entrever cierta turbación inquietante. Para el tiempo lento se opta por una serena aceptación de la tragedia, con los momentos más líricos un tanto desaprovechados, aunque no faltan momentos de exaltación. Al cuarto tiempo le falta contundencia, aunque se aprecia el mismo carácter inquietante del segundo. El Finale es quizá es lo mejor de la grabación, con un carácter más resuelto y atrevido, incluso con momentos de gran fatalismo. Una versión menor, no obstante con algunos valores a tener en cuenta.

Interpretación: 5,5  Estilo: 6  Sonido: 8

  
Cuarteto de la Academia Sibelius
FINLANDIA RECORDS (1980, 1992)

La grabación se puede encontrar dentro de una "integral" (que deja fuera los movimientos sueltos y por supuesto los ejercicios) de los cuartetos de cuerda de Sibelius, lo que en su momento hacía muy atractivo este estuche (cuya grabación menos interesante es precisamente esta obra). Se trata de un registro primerizo del cuarteto, nacido del conservatorio que lleva el nombre del compositor, lo que se hace evidente por la falta de pericia técnica individual y del conjunto, aunque algo de estilo no les falta (no en vano casi cien años antes el propio Sibelius estudiaba en aquella entonces recién fundada institución), y desde luego no se puede argumentar falta de entusiasmo. 
El Allegro molto moderato se manifiesta algo pálido, falto de dramatismo, con desajustes importantes y quizá demasiadas libertades en el rubato. El Vivace resulta mucho mejor, ágil y nervioso, aunque de timbres un tanto rugosos. Con el Adagio parece que los intérpretes se crecen, y entonan un canto lírico y romántico, aunque sin la necesaria hondura. Al comenzar el Allegretto se hacen curioso como el primer violín se toma libertades con el tema, realizando la repetición del tema en un legato que no existe, para crear después un  contraste teatral desde luego no escrito. Todo el tiempo queda un poco descompensado por desigualdades interpretativas, aunque logra algo de su efecto turbador. El Allegro final posee las características del segundo, aunque quizá con más garra, lo que sin embargo evidencia aún más sus defectos. No demasiado recomendable de por sí; aunque no del todo mala contiene demasiados elementos mejorables.

Interpretación: 5,5   Estilo: 6  Sonido: 6,5

Cuarteto Dante
HYPERION (2010)

Sin tener una mala calidad técnica, el cuarteto no tiene la altura necesaria para la pieza, y sobre todo le falta mucho conocimiento del lenguaje sibeliano. El Dante toca la partitura, no sin gracia, pero no toca Sibelius. 
El primer movimiento es pálido y con tendencia a la monotonía, con un tono fundamentalmente melancólico. El segundo es sencillo, pero quizá un tanto estático e informe. El tercero tiempo vuelve a caer en la monotonía y en una rítmica muy mecánica y ajena al clima de ensoñación que requeriría la pieza, aunque tiene algún momento especialmente sentido, como el confidente solo de cello en el final. El cuarto movimiento es sobrio, quizá sea el mejor fragmento de la grabación, aunque no acierta a dar protagonismo al propio ritmo. También el movimiento de cierre tiene algunos puntos positivos, pero no aprovecha nada sus contrastes y el torbellino que forma nunca llega a impactar, aunque de nuevo el cello (el mejor músico del conjunto, sin duda), tiene una buena presencia. Dejemos este registro en el purgatorio de la discografía, hay bastante más donde elegir.

Interpretación: 5,5  Estilo: 4,5  Sonido: 7,5

Sophisticated Ladies      

BIS (1989)

El grupo, cuyo sonoro nombre procede de un musical de Broadway basado en música de Duke Ellington, hacía con ésta su primera y arriesgada incursión en el mundo del disco. Formado entonces por cuatro mujeres entonces jóvenes, se trata de un conjunto que ha tenido en su repertorio también obras jazzísticas y de rock, y a pesar del apoyo de Bis y una buena colección de instrumentos históricos parece que no ha tenido demasiado éxito en su carrera (que parece que sigue firme), más próxima al diletantismo que a un conjunto profesional. A grandes rasgos su lectura del cuarteto sibeliano (que acompañaba en el disco al JS. 183) se les planteó como demasiado ambiciosa, demasiado "seria" para sus posibilidades, aunque hay que reconocerlo, tampoco el naufragio es total. Y llenó en su momento un hueco en la discografía, al menos en la internacional, pero hoy en día el disco ha quedado más que desfasado. 
El Allegro molto moderato no llega a ser profundo, ni lírico; y en el Vivace hay atropellos, pero al menos se entiende su dimensión rítmica. En el Adagio di molto las cosas se toman algo más en serio, aunque si no hay hondura sí que hay cierta nostalgia romántica. El Allegretto sencillamente no se ha entendido, ni siquiera el diseño de los temas aparece como debe. Y en el Allegro que cierra la obra se nota incluso cansancio, sin expectativas ya de lograr algo bueno de la partitura, aunque en los últimos compases parece que un arranque emocional quiera superar la poca garra interpretativa. En fin, olvidable.

Interpretación: 3  Estilo: 2  Sonido: 6,5


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Capítulo 1: Historia de la obra
Capítulo 2: Cuestiones generales y I. Andante - Allegro molto moderato (análisis)
Capítulo 3:  II. Vivace (análisis)
Capítulo 4:  III. Adagio di molto (análisis)
Capítulo 5: IV. Allegro (ma pesante) (análisis)
Capítulo 6: V. Allegro (análisis)

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